JUJUY.- El rostro aborigen de Mario Gerónimo está esculpido por la Puna. Pómulos afilados y mirada negra, profunda, Hace 8 años era minero.
Manejaba maquinaria pesada para horadar la piedra y extraer cobre.
Hoy trepa a su Hilux, de botitas de treking y jean chupín. El celular en una mano, juega con la lleva de su camioneta.
Es un empresario del transporte. “Tengo 42 empleados, semis, camiones volquetes, regadores, hacemos movimiento de tierra y transporte”, cuenta parco el “pequeño Moyano” de la comunidad atacama de Olaroz, a 270 kilómetros de Jujuy y 4500 metros de altura, enclavada entre salares. El pueblo es el de mayor concentración de cuatro por cuatro por habitante. Cada 20 vecinos, una Hilux que rueda por las pendientes polvorientas entre casas de adobe con Direct TV y paneles solares.
El resurgimiento de la comunidad, donde se alza una escuela secundaria de 670 metros, dos empresas, una de catering con un salón restaurante que nada tiene que envidiarle a cualquier local de Palermo, se debe al oro blanco: el litio. Es la promesa sumergida en los salares que desató una guerra. Empresas mineras del mundo pujan por explorar en Catamarca, Salta y Jujuy y corren una carrera para llegar primeros a 2025 como el mayor productor de litio, y fijar el precio internacional. El litio es clave en la producción de baterías para autos eléctricos, celulares, notebook y hasta gigantescos equipos que acumulan energía en pueblos solares, alimentados por paneles fotovoltaicos. En 7 años se espera el pico de demanda. Una batería de celular litio tiene un 4 % de ese mineral. Es como el azafrán, se necesita poco, es carísimo, pero es indispensable.
No es extraño que la guerra entre empresarios estallara. Chinos, canadienses, japoneses, ingleses, franceses iraníes, rusos, holandeses, coreanos de todo pelaje sondean los proyectos jujeños. El secretario de Minería de Jujuy, Miguel Soler sigue en su notebook las consultas que se hacen en el catastro minero en la web y las clasifica por país de origen y cantidad. Hay 40 lugares en exploración, pero solo 10 proyectos con posibilidad de producción, cuenta. Hoy la capacidad de producción instalada es de 37.500 toneladas, cuando todo funcione será de 331.000 tonelada, se entusiasma Daniel Meilán, Secretario de Coordinación de Política Minera del gobierno de Mauricio Macri. La cifra pone a la Argentina en el podio del litio mundial. El Gobierno proyecta 3973 millones de dólares de inversión acumulada hasta 2022. Hoy la minería del litio emplea 483 personas, pero Meilán prevé que en 2022 empleará a 3408.
El ingeniero Carlos Oehler, presidente de la empresa estatal de energía de Jujuy, JEMSE atiende el celular en su oficina. “Disculpame, me llaman los rusos, que quieren venir a poner una planta para reconvertir el carbonato de litio en hidróxido de litio”. La diferencia es casi 8000 dólares la tonelada entre uno y otro. Dice que no llegan porque quieren que les garanticen más producción.
Los corredores son todos gigantes; la norteamericana Albemarle, la australiana Orocobre, la chilena SQM , la norteamericana FMC Lithium. Todas están en Argentina. Sales de Jujuy , con la mina situada a 25 kilómetros de la comunidad Olaroz de Mario Gerónimo, por un camino de ripio y piedra marrón que bordea el blanco salar, es una sociedad de Orocobre (72,68 %), los japoneses de Toyota Tsusho Corporation (27,32 % y Energía y Minería Sociedad del Estado(JEMSE) con un 8,5 %. . Es la primera que opera en Jujuy desde 2014 y es un gigante. Tiene capacidad para producir 17.500 toneladas de litio pero proyecta duplicar su producción a 35.000 toneladas. Quiere ganar la carrera y va primera. Lo mismo pasa en Catamarca con Fénix que va primera allí, pero pretende duplicar su producción para llegar a 40.000 toneladas al año.