A Manuel Gainza lo apodaban como joven maravilla al inicio de su gestión como concejal por el PRO en Cambiemos. La Justicia lo citó en la causa en que procesa al intendente. Pero allanaron su casa y oficinas y suspendieron su citación.
Cuando asumió como concejal en Paraná, el 10 de diciembre de 2015, Emanuel Gainza era considerado “el joven maravilla del PRO” en Entre Ríos. Con el tiempo, su imagen se fue deteriorando incluso dentro de su círculo político y ayer llegó el momento menos grato: por orden del juez federal Leandro Ríos fueron allanados la vivienda de Gainza, sus oficinas en el municipio y un bunker del PRO en la capital entrerriana. Eso se produjo 24 horas antes de que Gainza se presentara a declarar, presuntamente como testigo, en la causa en la que se investiga a una organización dedicada al narcotráfico, en la que está procesado el intendente radical en Cambiemos, Sergio Fausto Varisco. Lo cierto es que luego del triple allanamiento y el secuestro del teléfono celular y documentación de interés para la causa, la citación a Gainza, prevista para hoy a las 9, fue postergada sin fecha, lo que hace suponer que la situación procesal del concejal del PRO podría complicarse al punto de pasar de testigo a eventual imputado.
En la misma causa por narcotráfico que involucra ahora a Gainza, están detenidos con prisión preventiva el concejal Pablo Hernández (Cambiemos) y la subsecretaria de Seguridad Griselda Bordeira. Todos los nombrados tienen como co-imputado en la misma causa a Daniel “Tavi” Celis, señalado como el líder de la banda, quien está preso desde mediados de 2016.
En forma sorpresiva, en la mañana de ayer la Policía Federal allanó las oficinas del concejal Gainza en la Municipalidad, como así también el local del Pro en Monte Caseros y Gualeguaychú, que es administrado por el edil, y la casa en la que vive. Por orden de Ríos, la policía, entre otras cosas, secuestró el teléfono celular de Gainza, que ahora será sometido a pericias en la búsqueda de información que pueda servir a la causa. La vivienda allanada se encuentra en la céntrica calle Corrientes, donde Gainza se mudó hace poco tiempo, dado que antes vivía en una casa humilde del barrio San Martín, en las afueras de la ciudad de Paraná.
Los procedimientos, según se supo en forma extraoficial, obedecerían a la aparición de nuevos elementos relacionados con la situación del concejal Gainza en el marco del expediente por narcotráfico. En la causa, que sigue creciendo hacia adentro del municipio y de la bancada oficialista del Concejo Deliberante, se sabía que Gainza debía declarar hoy, a partir de las 9, mientras que mañana lo tienen que hacer el ex secretario de Seguridad del municipio, el comisario retirado Ricardo Frank, y María Beatriz Pirez, colaboradora cercana al intendente Varisco. Tanto Gainza como Frank y Pirez, fueron citados como testigos, pero algo cambió en el caso del concejal. Luego de una serie de versiones que indicaban que la declaración de Gainza se iba a adelantar para ayer, ocurrió todo lo contrario: suspendieron la cita de hoy, y se dijo en el juzgado que se postergó sin fecha.
En el caso de Emanuel Gainza, que ya había sido denunciado por supuestos casos de corrupción en 2016, existe la duda de si su nombre figura en las famosas anotaciones que hizo en un cuaderno –secuestrado por la Justicia– Luciana Ernestina Lemos, la mujer de “Tavi” Celis, quien también está procesada en la misma causa.
Las anotaciones de puño y letra, que estarían referidas a supuestas transacciones de compra y venta de cocaína, ya involucraron al intendente Varisco y a Celis, al concejal Hernández, y a la subsecretaria Bordeira. La sospecha sobre Gainza se debe a que los investigadores tratan de determinar, de manera fehaciente, si en ese famoso cuaderno dice “Gainza” o “Gonza”, en alusión al procesado Ernesto Ramón González, contra quien no se encontraron por ahora elementos que indiquen que compraba cocaína, motivo por el cual se le dictó la falta de mérito en ese punto, aunque quedó procesado como integrante de la organización criminal.
Cuando asumió como concejal, en diciembre de 2015, Emanuel Gainza era considerado “el joven maravilla del PRO” de Entre Rìos, al punto que en varias ocasiones se entrevistó y fotografió con el presidente Mauricio Macri. Con el correr de los meses, su figura comenzó a deteriorarse a partir de sus “faltazos” a las sesiones del Concejo y al aumento paralelo de su fama en las redes sociales. En algunos círculos, cercanos al PRO, se lo empezó a llamar irónicamente “el chico Instagram”, por la avalancha de fotografías que subía promocionando sus fiestas a todo lujo, sus vacaciones en Miami o simplemente sus fotos con amigos/as.
En forma paralela, Gainza comenzó a distanciarse de algunos de sus compañeros de bancada y sobre todo de la viceintendenta Josefina Etienot, al tiempo en que comenzó a mostrarse en compañía del intendente Varisco. Ayer, Etienot volvió a cargar contra el intendente de Paraná. Dijo que ella tuvo que “pagar el precio” por diferenciarse, desde que le dijo a Varisco públicamente que debía dar un paso al costado luego de que fuera citado como imputado en la causa por narcotráfico.
En la causa por narcotráfico, el juez Ríos procesó a Varisco, Celis, Hernández, Bordeira, al inspector municipal Alan Viola, a Lemos (esposa de Celis), Eduardo Humberto Celis, Nahuel Jonatan Eduardo Celis, Wilber Figueroa Lagos, Jonathan Jesús Heintz, Juan Manuel Gómez y Ernesto Ramón González. En el auto de procesamiento afirma que los nombrados “entre los primeros días del mes de septiembre de 2017 y el 2 de mayo de 2018, comercializaron de manera conjunta y organizada cocaína en diversas cantidades, asumiendo y ejerciendo diversas funciones de organización”. A Varisco le atribuye el rol de “financiador/adquiriente”, y a Bordeira el de “adquiriente/colaboradora”, de igual manera que al concejal Hernández, ambos detenidos por decisión del juez federal y enviados a unidades penitenciarias. En ese marco de gravedad, el concejal Gainza tendrá que presentarse ante el magistrado, con final incierto.