El objetivo es combatir las nuevas amenazas y desafíos; el decreto se publicó en el Boletín Oficial.
El presidente Mauricio Macri anunció un plan de reestructuración militar para las Fuerzas Armadas a partir del cual, entre otras cosas, planteó modificar el despliegue de unidades y enviar más militares a la frontera norte para combatir el narcotráfico. Según explicó, esto es consecuencia de la necesidad de adaptarse a los “desafíos y amenazas” del siglo XXI.
Macri dio a conocer esta reforma ayer en una conferencia en Campo de Mayo donde dijo: “Es importante que puedan colaborar con la seguridad interior, brindando apoyo logístico en la frontera e interviniendo frente a eventos de carácter estratégico”.
El Gobierno oficializó hoy estos cambios en el Boletín Oficial , en el decreto 683/2018 de Defensa Nacional, donde establece: “Las Fuerzas Armadas, instrumento militar de la defensa nacional, serán empleadas en forma disuasiva o efectiva ante agresiones de origen externo contra la soberanía, la integridad territorial o la independencia política de la República Argentina; la vida y la libertad de sus habitantes, o ante cualquier otra forma de agresión externa que sea incompatible con la Carta de las Naciones Unidas”.
En línea con el objetivo de combatir los ataques terroristas , enfatiza: “Las Fuerzas Armadas enmarcarán su planeamiento y empleo en los siguientes tipos de operaciones: Operaciones en Defensa de los intereses vitales de la Nación; Operaciones dispuestas en el Marco de la Organización de las Naciones UnidaS (O.N.U.) u otros organismos internacionales; Operaciones encuadradas en la Ley N° 24.059 y Operaciones en Apoyo a la Comunidad Nacional e Internacional”.
A continuación establece que el Instrumento Militar de la Defensa Nacional está conformado por el Ejército, la Armada y la Fuerza Aérea y que este organismo, que tiene como “principal misión asegurar la defensa nacional ante situaciones de agresión externa, deberá concebirse como una única instancia integradora de las formas y modalidades de acción propias de cada una de esas Fuerzas”.
El instrumento Militar tendrá como misión “alistar, adiestrar y sostener los medios puestos a su disposición, como así también aquellas funciones y responsabilidades asignadas por la normativa vigente, a los efectos de garantizar su eficaz empleo en el marco del planeamiento militar”.
Y agrega: “El Ministerio de Defensa considerará como criterio para las previsiones estratégicas, la organización, el equipamiento, la doctrina y el adiestramiento de las Fuerzas Armadas, a la integración operativa de sus funciones de apoyo logístico con las Fuerzas de Seguridad”.
Entre los argumentos que llevaron a Defensa a tomar esta decisión, la entidad señala: “Que tanto el Sistema de Defensa como su Instrumento Militar se justifican a partir de la existencia misma del Estado y no de la definición de determinado escenario temporal y sus correspondientes amenazas, y que su esencia se relaciona con el eventual ejercicio del monopolio de la fuerza para la resolución del conflicto en toda su gama, desde la crisis hasta la guerra o el conflicto armado internacional, según lo disponga el Poder Ejecutivo Nacional”.
Además, enfatiza que es “responsabilidad política establecer los parámetros y criterios a tener en cuenta para la misión, organización y funcionamiento del Sistema de Defensa en general y, en particular, de las Fuerzas Armadas para que se constituyan en un instrumento de disuasión real, de acuerdo con la percepción de amenazas a los intereses de la Nación y sus correspondientes riesgos presentes y futuros”.
En este decreto, se explica que las Fuerzas Armadas deben enfrentar las agresiones de origen externo las cuales “no solo son de carácter estatal militar, sino que en ocasiones se manifiestan de otras formas que, sin dejar de tener su origen en el exterior, se desarrollan en nuestro territorio y/o tienen efectos en él, afectando intereses que la Defensa Nacional puede y debe contribuir a preservar”.
Aclara, también, que esta medida “no implica clausurar los límites existentes entre los ámbitos adjudicados por el ordenamiento jurídico a la competencia de la Defensa Nacional y a la Seguridad Interior”. Y destaca el hecho de que ni Gendarmería ni la Prefectura Naval dependen orgánica y funcionalmente del Ministerio de Defensa.