Con suspenso, Bélgica se llevó un triunfo por 2-1 ante los dirigidos por Tite que lo consolida como candidato y avanzó así a semifinales de la Copa del Mundo 2018.
En el Kazan Arena, el conjunto belga comenzó en ventaja tras superar un inicio dubitativo. Brasil se mostró agresivo desde los primeros minutos y al cuadro europeo le tomó unos minutos estabilizarse en el campo de juego. El entrenador Roberto Martínez decidió jugar con Romelu Lukaku más libre, moviéndose desde las bandas hacia el centro, y con un mediocampo más combativo para tener mayor eficacia en la recuperación.
Bélgica consiguió el 1-0 en el minuto 13 tras un gol en propia meta de Fernandinho, quien desvió hacia su meta un centro al área de Nacer Chadli. Ese gol generó cierta desesperación en Brasil y los jugadores belgas usaron esa desorganización a su favor.
En el minuto 31, Bélgica capitalizó un contraataque letal y consiguió el 2-0. El mediocampista Kevin De Bruyne aprovechó los espacios de una defensa abierta para anotar con un remate bien esquinado que dejó sin chances de reacción a Alisson.
Pese a los dos goles, Bélgica no defendió bien y mostraba mucho nerviosismo porque Brasil llegaba con mucha gente. Al cierre de la primera etapa, la única diferencia entre ambos equipos era la contundencia, ya que Brasil estuvo muy cerca de Courtois pero los europeos fueron más determinantes en sus pocas aproximaciones.
Tite decidió mover fichas para intentar concretar la remontada y mandó al campo a Roberto Firmino en lugar de Willian. Poco a poco, los brasileños comenzaron a acorralar a sus rivales y el balón empezó a cruzar el área belga de un lado a otro, por aire y por tierra, cada vez con mayor frecuencia, aunque sin la puntería para conseguir anotar el descuento. Brasil empujaba sin lucidez y aprovechaba que Bélgica no conseguía salidas limpias.
Mientras sus jugadores buscaban el descuento de forma incansable, el entrenador de Brasil hizo sus dos últimas modificaciones: puso a Douglas Costa en lugar de Gabriel Jesús y a Renato Augusto por Paulinho. Este último logró anotar el descuento con un cabezazo tras un centro de Philippe Coutinho.
Brasil encontró el gol con 15 minutos por delante para ir por la épica y Roberto Martínez mandó al campo a Thomas Vermaelen para reforzar la última línea, porque intuía que los últimos minutos se jugarían muy cerca de su meta. El conjunto belga aguantó la embestidas brasileñas y se apoyó los últimos minutos en Eden Hazard, quien se ocupó de quitarse rivales con regates y conseguir que le cometan faltas. A dos minutos del pitazo final. Thibaut Courtois, la figura de partido, le tapó un remate a Neymar que significó el triunfo.