La congestión y secreción nasal, estornudos, picazón de ojos y dolor de garganta son dolencias comunes.
El período de otoño-invierno es una de las épocas más complicadas para los alérgicos, al igual que la primavera y las variaciones climáticas en general. Si bien existen diferentes causas y cuadros, la alergia puede definirse como una reacción exacerbada del sistema inmunitario a una sustancia que su cuerpo identifica como invasor, al cual llamamos alérgeno.
Ante esta presencia, el organismo genera anticuerpos que producen histamina, agente responsable de los síntomas que producen malestar.
La Dra. María Valeria El Haj, señala que entre los signos de alergia más habituales se encuentran congestión y secreción nasal, estornudos, picazón de ojos, dolor de garganta u oídos, y cansancio, y advierte que, ante la sospecha, se debe acudir al médico, quien indagará en los síntomas y ordenará los exámenes necesarios para poder determinar el alérgeno al cual puede reaccionar cada cuerpo.
“Una vez establecido el alérgeno, lo principal es tratar de evitar la exposición y tomar algún antihistamínico para mejorar y aliviar las molestias, aunque en algunos casos puede requerirse inmunoterapia (vacunas)”, detalla la especialista.
El más frecuente
El cuadro alérgico más frecuente, la Rinitis alérgica, se caracteriza por afectar la nariz y se produce cuando se inhala polvo, polen, ácaros, etc. Los primeros signos suelen ser picazón en la nariz, la boca, los ojos, la garganta, la piel o en cualquier área; problemas con el olfato, Rinorrea (secreción líquida por la nariz), estornudos y ojos llorosos; mientras que los síntomas que se desarrollan posteriormente abarcan nariz tapada (congestión nasal), tos, oídos tapados y disminución del sentido del olfato, dolor de garganta, hinchazón debajo de los ojos, fatiga e irritabilidad y también dolor de cabeza.
“Las pruebas cutáneas son el método más común de pruebas para alergias, acompañándose de examen de laboratorio (hemograma) para determinar la IgE y niveles de eosinófilos”, explica la Dra. El Haj, quien también destaca que la mayoría de los síntomas de la rinitis alérgica se pueden tratar y comparte cuáles son las opciones que se encuentran disponibles:
Los corticoesteroides nasales en aerosol representan el tratamiento más efectivo para la rinitis alérgica.
Los antihistamínicos funcionan bien para tratar síntomas generales que no suceden muy a menudo o no duran mucho tiempo.
Por último, destaca que el caso de las vacunas contra las alergias (inmunoterapia) se recomiendan si la persona no puede evitar el alérgeno o si los síntomas son difíciles de controlar.