Todos los chicos rescatados de la cueva de Tailandia ya fueron dados de alta y este miércoles contaron cómo fueron esas dos semanas atrapados junto con su entrenador. Revelaron que intentaron cavar una salida pero no lo lograron y que se mantenían hidratados con el agua que se filtraba de las paredes.
Según informó EFE, los doce niños se mostraron a la prensa junto a su profesor este miércoles. Estuvieron atrapados dos semanas en una caverna del norte tailandés. Uno de ellos describió como “milagroso” el momento en que fueron localizados.
Luego su entrenador contó “otro milagro”: aunque no tenían comida, un día descubrieron que se filtraba agua por las paredes y que podían beberla.
En tanto uno de los nenes recordó el intento de escape: lograron avanzar “tres o cuatro metros” en busca de una salida durante los nueve días que transcurrieron antes de que buzos británicos los encontraran en una cavidad a cuatro kilómetros en el interior de la entrada de la cueva.
Los 12 chicos, de entre 11 y 16 años, y Ekapol, de 26, entraron en la cueva durante una excursión el 23 de junio y quedaron atrapados al inundarse la gruta hasta que el 8, 9 y 10 de julio los equipos de rescate les llevaron por fases hasta la bocana de salida de la galería subterránea.
Los equipos de búsqueda y rescate, que llegaron a formar más de mil personas, los sedaron y transportaron en camillas y bajo el agua en los tramos inundados hasta la salida.
El grupo había permanecido desde entonces internado en el Prachanukroh de Chiang Rai, capital de la provincia homónima, y esta tarde ofrece su primera rueda de prensa tras recibir poco antes el alta médica en ese centro hospitalario.
Los médicos que les han cuidado indicaron que han recuperado la suficiente fuerza mental y física para regresar a sus casas.
El Gobierno ha recomendado al grupo que vuelva a su vida normal y que evite convertirse en el centro de los medios de comunicación.