El río Paraná está en una de sus bajantes más importantes de los últimos años. Las aguas se encuentran a menos de dos metros y medio a la altura en la costa de Rosario y eso obligaba a las guarderías de embarcaciones a realizar tareas de dragado.
Navegantes que no conocen muy bien la zona, pueden quedar varados, provocando accidentes. En 2009 pasó algo similar.
Por el momento esta bajante no genera problemas en la toma de agua del río para la potabilización y la distribución a los usuarios. Según las proyecciones, esta situación se normalizaría en los próximos 10 o 15 días.