El objetivo es flexibilizar las tarifas aéreas, algo que reclaman desde hace tiempo las aerolíneas “low cost”.
El gobierno nacional anunció ayer la eliminación de precios mínimos para los pasajes de avión, en el marco de un proceso de flexibilización de tarifas aéreas.
El Ministerio de Transporte eliminará las regulaciones que establecen las tarifas mínimas por debajo de la cual las compañías no pueden cobrar a los pasajeros, lo cual venía siendo reclamado por las aerolíneas “low cost”. La medida comenzará a regir a partir del 15 de agosto próximo para pasajes que se adquieran con al menos 30 días de anticipación. “Esta medida produce reducción de precios y les da la posibilidad de elegir promociones muy agresivas que podrán ofrecer las empresas”, dijo el ministro de Transporte, Guillermo Dietrich.
Hasta fines de 2015, el mercado aerocomercial tenía una banda mínima y una máxima, que regulaba el gobierno. Dentro de ese rango, podían cobrar lo que quisieran. En enero de 2016, la banda tarifaria se quitó pero quedó la mínima aunque jamás se actualizó. La novedad ahora es que quien venda pasajes con un mes de anticipación podrá ofrecerlos al precio que quiera, posibilidad que hasta ahora tenía prohibido. Dentro de los últimos 30 días, regirá el mínimo como hasta ahora.
La baja de las tarifas era un fuerte reclamo de las empresas de low cost, que siempre se caracterizan por fuertes promociones a la hora de llenar aviones. Sin embargo, en la Argentina esa posibilidad estaba vedada. “Lo que sucede en el mundo es que entre el 20 y el 25 por ciento del avión se vende a tarifas muy económicas, a tarifas de promoción”, completó Dietrich. Respecto de las obras en el sector aéreo, clave para el desarrollo del mercado aerocomercial, el ministro dijo que no se paralizarán dado que están fondeadas con tasas aeroportuarias que están sustentados por quienes utilizan la infraestructura. “No se van a frenar ya que no utilizan fondos presupuestarios. Es más, el año que viene será récord”, agregó.
Hubo un párrafo para la posibilidad de que se graven con un impuesto los pasajes al exterior por el rojo de la balanza turística en momentos de corrida cambiaria. “Son distintas opciones que evalúan para el presupuesto del año que viene. Está dentro de las conversaciones con Hacienda para cerrar el presupuesto de 2019. Se van a evaluar todas las posibilidades; nada tiene cero por ciento de posibilidades de que suceda. En principio priorizamos la baja del gasto público, no a crear nuevos impuestos”, sostuvo.