La sequía hizo que se recolectara un 37,4% menos que la campaña anterior. La producción total fue de 36 millones de toneladas y significó una pérdida de 4.200.000 de dólares.
La última cosecha de soja finalizó con una producción total de 36 millones de toneladas, lo que refleja una caída interanual del 37,4% por la sequía, que provocó una pérdida de unos 4.200 millones de dólares y representó la peor campaña de los últimos diez años, después de que otra sequía, la del período 2008-2009, derivó en la recolección de 32 millones de toneladas, según informó el Panorama de la Bolsa de Cereales porteña.
La cosecha de soja finalizó sobre una superficie implantada de 18 millones de hectáreas, precisó el reporte, que añadió que el cultivo arrojó pérdidas de 1,2 millones de hectáreas sembradas y un rendimiento nacional de 2.140 kilos por hectárea, un 33% por debajo al cierre del ciclo previo, que fue de 3.190 kilos por hectárea promedio.
En esta campaña, el rinde medio nacional reflejó la ausencia de precipitaciones durante momentos críticos del ciclo fenológico que hizo que no se pudieran cumplir las estimaciones iniciales de una producción de 54 millones de toneladas de la oleaginosa.
A partir de las estimaciones del Instituto de Estudios Económicos de la Bolsa de Cereales, el Producto Bruto de la cadena de la soja será un 26% menor en 2018 respecto del nivel que hubiese alcanzado si se cumplían las expectativas vigentes al inicio del ciclo agrícola, pasando de 16.213 millones de dólares en el escenario inicial a 12.010 millones de dólares en la sequía.
Por lo tanto, según los datos, en términos de la economía en su conjunto, la disminución de 4.200 millones de dólares en el valor agregado de la cadena de la soja representa una caída del 0,6% en el PBI argentino para 2018 estimado por el FMI.
Importación
El último jueves, el primer embarque con soja de los Estados unidos en dos décadas arribó al puerto de Rosario, con casi 30.000 toneladas de granos. Fue adquirido por la planta de crushing de Vicentín, en San Lorenzo.
La embarcación había partido desde el Golfo de México y fue adquirida en el marco de la sequía que afectó la cosecha de esta campaña. Se estima que la Argentina comprará este año unas 600 mil toneladas de soja para hacer frente a la floja campaña. La última importación de sojaestadounidense había ocurrido en 1998, por 118.000 toneladas.
La sequía de este año dejó sin suficiente materia prima a las plantas procesadoras argentinas, cuya capacidad fue ampliada recientemente y es una de las más eficientes del mundo. Vicentín necesita abastecer sus instalaciones de crushing que la sequía dejó sin producto. Las cerealeras convierten el poroto en harina o aceite, con el que obtienen un mayor valor de venta en el exterior.