Aunque puede parecer algo totalmente inofensivo y no siempre tiene porqué terminar mal, lo mejor es evitar que otras personas los usen
Estamos acostumbradas a compartir con algún miembro de nuestra familia o amigas ciertos productos de belleza. Pero lo que no todo el mundo sabe, es que ese acto puede llegar a aumentar el riesgo de sufrir ciertas molestias e infecciones en la piel.
– Delineador para ojos: tanto los líquidos como los lápices, son productos que después de aplicarse, pueden llegar a contaminarse también de una manera parecida a las máscaras, lo que quiere decir que si hay alguna bacteria o virus en los ojos y se comparte, existen muchas posibilidades de sufrir una infección ocular.
– Brochas y esponjas de maquillaje: estas acumular bacterias debido a su estructura porosa y esponjosa.
– Lápices o bálsamos labiales: la boca de cualquier persona se encuentra repleta de bacterias y aunque no siempre provocan infecciones, hay una elevada probabilidad de sufrir ciertas molestias.
– Las rasuradoras o cuchillas: jamás prestes o tomes prestado algo que pueda provocarte un corte. Las enfermedades que pueden contagiarse a través de la sangre son infinitas.
– Desodorantes en barra o roll- on: pueden provocar infecciones y mal olor. Si bien el uso personal es sano y efectivo, cuando se comparte nos estamos exponiendo a sudor, bacterias y partículas que consiguen alterar su superficie y en el momento de volver a aplicar sobre la piel, se pueden sufrir las consecuencias.
– Cepillo de dientes: creemos que jamás se te habrá pasado por la cabeza coger el cepillo de dientes de alguien, o prestar el tuyo a esa amiga que se queda a dormir en casa. Pero, por si acaso te diremos que por la boca pasan cientos y cientos de bacterias al día. Compartir tu cepillo es exponerte de forma innecesaria, ten siempre uno nuevo de repuesto para las visitas.