Los padres de los jóvenes provenientes de otra ciudad o pueblos que costean sus estudios en la capital provincial debieron incrementar sus montos de inversión, producto de la inflación que principalmente afectó el presupuesto de la comida y los servicios.
A principio de este año los jóvenes que llegaron a la capital provincial para iniciar sus estudios superiores necesitaban, según una estimación, unos 12.000 pesos mensuales para mantenerse. Hoy esa cifra se modificó a causa de los últimos aumentos, llegando a incrementarse en unos $3.000 o $4.000, teniendo en cuenta que cada persona tiene sus hábitos y eso implica, siempre, diferencias.
El cálculo realizado tuvo en cuenta en primer lugar el gasto en alimentos, y para ello se tomó como referencia el valor del menú en el Comedor Universitario de la UNL, y en consecuencia se estimó una erogación del doble para distribuir entre el desayuno, la merienda y la cena, teniendo en cuenta que las compras de estos alimentos se hacen en supermercados donde los precios de los productos tienen incrementos variables en forma semanal, producto del proceso inflacionario existente. Así se llegó a la cifra promedio de gasto diario de $180. Lo que hace un total de 5.400 pesos mensuales para alimentación.
En segundo lugar se tuvo en cuenta al gasto de alquiler de una propiedad, costo principal para cualquier persona que se instala en esta ciudad, y se sumaron los precios promedio que tienen actualmente las propiedades ubicadas en lugares cercanos a la Facultad de Ciencias Económicas (Moreno y San Martín), de la de Ciencias Jurídicas y Sociales (Cándido Pujato y 9 de Julio) o de la Ciudad Universitaria en barrio El Pozo. O sea, el macrocentro y barrios Candioti Sur o Norte; además de también considerar la cantidad de ambientes, en general con preferencia en propiedades de uno o dos dormitorios.
En este sentido, se relevó que actualmente un departamento de un dormitorio en esas zonas cuesta desde 6.000 pesos por mes; y los de dos dormitorios, desde los 7.000 pesos (hay que tener en cuenta que estos valores son estimativos ya que por contrato la mayoría de las inmobiliarias aumenta los alquileres cada seis meses). A eso se suma el valor de expensas, que tras los últimos aumentos varía desde los 700 a los 1.500 pesos, dependiendo de las características del edificio y de las comodidades que ofrece.
También es necesario contemplar otros impuestos y servicios que se han vuelto esenciales para poder desarrollar las carreras. Y ahí los incrementos se hacen más notorios durante los últimos meses, tales como los gastos de agua, electricidad, gas, internet, celular, tasa y cable, entre otros. La suma de los mismos hace pensar en el pago promedio de unos 3.300 pesos más, aunque variará según los hábitos y el consumo.
Más puntos a considerar
Quienes estudien en alguna de las facultades o institutos que funcionan en la Ciudad Universitaria, en la Universidad Tecnológica Nacional o en la Universidad Católica de Santa Fe deberán sumar el costo del boleto de colectivo urbano que tiene una tarifa especial para ellos de 9,60 pesos (teniendo en cuenta el último aumento de esta semana). Es decir, que si se estiman 20 viajes de ida y vuelta por mes hay que disponer de 384 pesos más.
Por otro lado, también habrá que pensar, sobre todo el primer año, que los estudiantes querrán volver a sus ciudades o pueblos de origen al menos una vez al mes, lo que representa unos $175 en promedio, por ejemplo (hay que tener en cuenta que también se pueden tramitar tarifas de estudiante).
Luego habrá que tener en cuenta el monto necesario vinculado a fotocopias y materiales de estudio. Ahí se suma al presupuesto al menos 350 pesos, pero variará de acuerdo a la carrera. Y para finalizar, respondiendo a que no solo de libros vive el estudiante, se tiene en cuenta en el presupuesto –más allá de la gran variedad de propuestas recreativas y culturales gratuitas que ofrece la ciudad– el costo de alguna salida al boliche (la entrada promedio es de 200 pesos), una ida al cine (200 pesos, los días más baratos) y un fútbol 5 (100 pesos).
Con todo eso, el gasto promedio de un joven que vive solo en Santa Fe para cursar sus estudios pasó a rondar entre los $15.000 y $17.000 promedio por mes, o sea unos $3.000 más como mínimo que a principio de año. Asimismo vale aclarar que compartir el departamento puede bajar esa cifra y elegir una carrera paga incrementarla, la mayoría de los institutos terciarios o universitarios subieron sus cuotas también en julio.