El pequeño belga terminó la secundaria en tiempo récord, aunque sufrió complicaciones a la hora de sociabilizar con los de su edad.
Con apenas ocho años, el pequeño Laurent Simons comenzará la universidad en Bélgica, lo que le valió una ola de felicitaciones a nivel mundial. Su historia está repleta tanto de alegrías como de momentos complicados, en especial, a la hora de integrarse socialmente con los de su edad.
Simons, cuyo cociente intelectual es de 145 -muy por encima de la media- había superado sus estudios secundarios diez años antes de lo que indica el plan de estudios. De padre belga y madre holandesa, la vida del chico nunca fue la más feliz, como parece ser. Siempre le costó sociabilizar e integrarse a sus compañeros de colegio, ya que mientras el resto se divertía con juguetes, él se limitaba a mirar.
“A veces mis compañeros tardaban demasiado en responder, así que yo contestaba en su lugar”, explicó Laurent a la cadena pública belga RTBF.
Si bien es muy pequeño y todavía le queda bastante futuro, la decisión de empezar la universidad no es una preocupación para su familia. “Si decide mañana convertirse en carpintero, eso no sería un problema para nosotros, siempre y cuando sea feliz”, afirmó su papá.
Simons tiene un especial interés por las matemáticas porque son “muy amplias, hay estadísticas, geometría y, álgebra”, lo que a él más le gusta. Sin embargo, nada tiene que ver con su futuro, todavía no tiene muy en claro si quiere ser astronauta o cirujano, por ahora se inclina por el mundo de la informática.
Pero la literatura y la lengua tampoco es ajena a él. A los seis años leyó la saga completa de Harry Potter, por ejemplo. Además del holandés, su lengua materna, también maneja el francés y el alemán.