Pide que los recortes no afecten las pymes y las obras públicas, y bajar la tasa de interés.
La comida entre la cúpula de la UCR y el presidente Mauricio Macri sirvió para distender los ánimos y cerrar filas en torno del tema que más preocupa al Gobierno: el ajuste del gasto público de alrededor de 200.000 millones de pesos que se acordó con el Fondo Monetario Internacional . El radicalismo planteó que el recorte solo podrá ejecutarse si la economía da muestras de crecimiento, por lo que aconsejó que los ajustes no afecten los programas de fomento a las pymes y la obra pública .
“Estamos de acuerdo con el planteo general del Gobierno de ajustar el gasto hasta alcanzar el 1,3% del PBI el año próximo. Es un compromiso contraído con el FMI y hay que cumplirlo. Lo que sostenemos es que difícilmente se podrá instrumentar el ajuste en un escenario de recesión económica. Por eso es clave apuntalar a las pymes, que son generadoras de empleo y dinamizadoras de la economía. Igual que la obra pública”, sostuvo el jefe de la UCR y gobernador de Mendoza, Alfredo Cornejo, a LA NACION.
De la comida participaron Cornejo, su coterráneo Ernesto Sanz, los gobernadores radicales Gerardo Zamora (Jujuy) y Gustavo Valdés (Corrientes), así como los jefes de los bloques de Cambiemos en el Congreso, Mario Negri y Ángel Rozas. El presidente Macri estuvo acompañado por el jefe de Gabinete, Marcos Peña, y el ministro del Interior, Rogelio Frigerio.
En el encuentro, el radicalismo convalidó que la Nación recorte gradualmente las transferencias no automáticas a las provincias (es decir, partidas que van por fuera de la coparticipación federal) para llegar a la meta del 1,3% del déficit fiscal. De todas maneras, hizo especial hincapié en la necesidad de instrumentar medidas que reviertan el cuadro actual de estancamiento de la economía argentina. “Uno de los problemas que atenta contra el crecimiento y la inversión es la alta tasa de interés. El Gobierno estima que progresivamente la irá bajando para, en dos meses, normalizar la situación”, indicó uno de los comensales.
En este sentido, los pronósticos de la cartera de Hacienda son optimistas; se estima que el cuadro de recesión se limitará solo al segundo semestre de este año y que a principios de 2019 la curva se revertirá. “Este año, el crecimiento será muy módico, pero el año próximo se verá un cambio de tendencia”, confían los radicales.
Se conversó, además, sobre la conveniencia de un acuerdo con el peronismo en torno del presupuesto 2019. Las posiciones en el Gobierno están divididas al respecto. “El objetivo primario es avanzar en un acuerdo con los gobernadores y los bloques peronistas porque redundaría en una señal positiva hacia el Fondo Monetario y, fundamentalmente, hacia los mercados. El Gobierno tiene vocación de dialogar: el problema es que desconfía del peronismo; no siempre respetó los acuerdos, y así se comprobó en el debate de la reforma previsional y la rebaja de tarifas. Además, el PJ carece de un único interlocutor, y ese es un problema”, deslizó un importante operador del radicalismo.
En las reuniones de diálogo con el peronismo también participará la UCR; ese fue uno de los reclamos que elevó la cúpula del partido al presidente Macri. En el radicalismo no cayó nada bien un encuentro reservado que mantuvieron los principales dirigentes macristas con gobernadores del PJ y Miguel Pichetto en San Isidro, hace dos semanas.