Venció a Junior, en el Sur, por 1-0 por un gol de Rolando García Guerreño. La revancha será el próximo martes, en Colombia.
Con la reanudación de la Copa Sudamericana, Lanús fue el primer equipo argentino en volver al ruedo en el ámbito internacional, luego del Mundial de Rusia 2018. Y lo hizo con una victoria. En el Sur, el equipo de Ezequiel Carboni venció por 1-0 a Junior de Barranquilla, en la ida de los 16avos de final. La revancha será el próximo martes, en Colombia.
Ser y parecer. Dos años atrás, deleitaba por su juego exquisito y no paraba de ganar títulos, era costumbre verlo encaramado en los primeros puestos. El desguace del equipo, tras la salida de varios referentes, encendió las alarmas con una flojísima (puesto 22) campaña en la Superliga. Borrón y cuenta nueva. Lanús quiere recuperar ese protagonismo perdido y tras un receso de 67 días puso la mira en la Copa Sudamericana, un objetivo que le permitirá transitar con un renovado impulso el segundo semestre.
No le sobra nada a Lanús, que volvió a ganar después de siete partidos. Mostró algunos atisbos de buen juego pero se nota que aún le falta rodaje para volver a ser lo que fue. En este primer ensayo oficial le alcanzó con tener justeza en la pegada de Fernando Barrientos y la sorpresa del cabezazo de Rolando García Guerreño para lograr la victoria. Así, Lanús volvió a marcar un gol de local después de 503 minutos.
Una noche especial, cargada de símbolos. La presentación de la nueva indumentaria (Peak Sport), el estreno de Lautaro Acosta como capitán (sucede a Iván Marcone, que emigró a Cruz Azul), el debut de Fernando Coniglio y la despedida del arquero Esteban Andrada. Lo insólito: a último momento no pudo contar con Jorge Pereyra Díaz, pese a estar entrenándose durante 45 días, al no llegarle el transfer desde Malasia.
Tuvo la posesión pero le faltó repentización en las llegadas. Consistente en la recuperación rápida y el manejo de la pelota, lo mejor de Lanús es ser un equipo solidario. Sin embargo, dejó expuestos algunos espacios que si hubiese tenido enfrente a un rival más despierto, lo habría podido complicar mucho.
Junior, un oponente de cuidado, lució dispuesto a recuperar su mejor versión. Herido en su orgullo por haber quedado eliminado de la Libertadores pese a dar pelea hasta el final ante Palmeiras y Boca, y con la premura de dejar atrás su floja campaña en la Liga Águila. Con bajas importantes (Chará, Arias y el uruguayo Jonathan Alvez), y una defensa emparchada por las lesiones de tres de sus habituales titulares.
La presencia de Teo Gutiérrez, siempre inquietante en el área, fue lo mejor del equipo colombiano. Pocas veces se salió de su libreto y cuando Lautaro Acosta, Marcelino Moreno o Fernando Coniglio inquietaron, terminaron por desnudar todas sus falencias defensivas.
La llovizna y el estado resbaladizo del campo tuvieron incidencia en el blooper de Di Plácido y en las molestias musculares que obligaron a los reemplazos de Acosta y Chunga. Lanús, que fue un poquito más y estuvo cerca de aumentar dos veces, quedó bien posicionado de cara a la revancha del martes en Barranquilla.
Fuente: Clarín