Pinélides Fusco fue el fotógrafo oficial de Perón. Su nieto, Matías Mendez, que recuperó ese archivo fotográfico, cuenta cómo fue el trabajo de su abuelo aquel día.
“Cumple la Subsecretaría de Informaciones de Presidencia de la Nación el penosísimo deber de informar al pueblo de la República que a las 20.25 horas ha fallecido la señora Eva Perón, Jefa Espiritual de la Nación. Los restos de la señora Eva Perón serán conducidos mañana en horas de la mañana al Ministerio de Trabajo y Previsión donde se instalará la capilla ardiente”, leyó el locutor de Radio del Estado Jorge Furnot.
Habían pasado treinta y seis minutos de las nueve de la noche del 26 de julio de 1952 cuándo el país entró en duelo al escuchar el texto escrito por Raúl Alejandro Apold.
Las fotos del velorio de Eva Perón (Pinélides Aristóbulo Fusco).
En acuerdo general de ministros se declaró el duelo nacional con un luto por treinta días.
Se decidió que la bandera nacional permanezca a media asta durante diez y que en todos los templos se eleven oraciones por su alma.
También se ordenó que durante el sepelio las campanas de todas las Iglesias doblen a duelo cinco minutos, que el velatorio sea en el Ministerio de Trabajo y que sus restos estén en la sede de la Confederación General del Trabajo hasta que sean trasladados al monumento que se había resuelto erigir.
Miles y miles de personas esperaron bajo la lluvia en colas interminables durante días.
Por eso, el 29 de julio el Presidente Perón dispuso que el velatorio continúe el tiempo que sea necesario para que puedan verla todos los que quisieran.
Dos días después resuelve que los restos de Evita permanezcan en el Ministerio hasta el sábado 9 de agosto y que ese día sean trasladados al Congreso de la Nación en donde serán velados durante un día para partir el domingo hacia la CGT en donde no podrá ser visto el cuerpo por un año porque sería embalsamada.
Los días 9 y 10 de agosto en el Congreso de la Nación, Pinélides Aristóbulo Fusco, el fotógrafo de Perón, trabaja con una cámara 35 milímetros y con una Rolleiflex y saca una decena de fotos que fijarán en la memoria de los argentinos esos días de multitudes llorando en las calles de Buenos Aires.
Las fotos del velorio de Perón
Entre ellas está una de las pocas en las que se puede su cara dentro del ataúd.
Está en medio de uno de los enormes salones del Palacio Legislativo debajo de una araña de luces que, como todo el edificio, fue cubierta con telas negras.
El reportero gráfico está por encima de ella y desde ahí dispara su cámara, mira con el mismo ojo con la que la inmortalizó hace muy pocos años mirando el horizonte con el pelo suelto y una sonrisa joven que no podía pensar que un cáncer terminaría con ella tan pronto.
Las fotos del velorio de Eva Perón (Pinélides Aristóbulo Fusco).
¿Cómo habrá sido para Fusco trabajar ese día?
¿Él, que accedió como ningún otro fotógrafo a la intimidad de Evita, ahora la mirá muerta desde atrás del lente?
¿Él, que estuvo tantas veces en el balcón mientras el matrimonio más poderoso hablaba con su pueblo, ahora está ahí con su tristeza a cuestas tomando fotos de la mujer a la que acompañó a tantos lados floreciendo de vida?
Todo esas preguntas no tienen respuestas, pero sí hay una certeza: Fusquito (como lo bautizó Perón), vuelve a su casa, se encierra en su laboratorio y comienza el proceso de revelado y cuándo ve la imagen que emerge de la ampliadora ve la cara de Eva, entonces reencuadra la imagen y acerca el foco e imprime dos copias que quedan como muestra única de esa fecha histórica y también de su trabajo.
En el archivo fotográfico recuperado hay dos copias: una con elplano abierto y otra en la que se ve su cara.
Las fotos del velorio de Eva Perón (Pinélides Aristóbulo Fusco).
En la mañana del sábado se celebró una misa en el Ministerio de Trabajo. A su término y acompañada por una multitud la cureña que transporta los restos de Evita fue hacia el Congreso.
Allí permaneció hasta las tres de la tarde del domingo 10, cuando un grupo de treinta y nueve dirigentes gremiales toman las cuerdas que trasladarán los restos hasta la CGT.
Las fotos del velorio de Eva Perón (Pinélides Aristóbulo Fusco).
Dos millones de personas colmaron la Plaza Congreso y sus alrededores a lo largo de todo el trayecto que duró tres horas. De los balcones caían flores blancas.
“Fue un espectáculo impresionante y acallado”, escribió Joseph Page en su clásica biografía de Juan Domingo Perón.
Pinelides Fusco, el fotógrafo de Perón.
Fusco captó como nadie esas imágenes históricas. Las fotos mejor guardadas del velorio de Eva Perón, instantáneas que hoy cumplen 66 años.
El libro del fotógrafo de Perón
Fusco. El fotógrafo de Perón
Matías Méndez
AGUILAR, Agosto 2017
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Sinopsis
Fusco trabajó, entre 1948 y 1955, en el equipo de la Subsecretaría de Informaciones del Gobierno Nacional creada por Apold. No sólo se le encargó registrar la actividad política del gobierno peronista (actos, eventos, sesiones del Congreso y visitas oficiales), sino la obra pública que había que documentar y difundir (puentes, asilos, escuelas, barrios). Pero también retrató como nadie la intimidad del matrimonio de Perón y Eva, al ganar su confianza para ingresar en esos espacios privados de la pareja.
Escrito por su nieto, el periodista Matías Méndez, con el aporte de la mirada de Marcos Zimmermann en el trabajo con el archivo familiar inédito y el público, Fusco. El fotógrafo de Perón reúne las mejores imágenes sobre el peronismo de este artista excepcional.
Marcos Zimmermann: “Fusco fue el primero en transitar por el mundo del periodismo gráfico y el del arte sin las contradicciones que a veces parecen enfrentar a esos universos. Pareciera que, para él, la fotografía era una sola. Que el sentido último era mostrar el mundo que le tocaba con el mayor arte posible y, además, hacerlo con verdad e integridad.”