La selección de Bélgica fue al Castillo Real a saludar a los reyes de ese país y luego, en medio de una multitud, salieron a pasear en micro por las calles de Bruselas.
El Mundial de Rusia quedará grabado para siempre en la memoria de los fanáticos en Bélgica. No solo el histórico tercer lugar conseguido tras el triunfo ante Inglaterra el sábado, sino el hecho de haber desplegado, quizás, el mejor fútbol de toda la Copa, provocaron que miles de personas se agolparan este domingo frente al Gran Palacio de Bruselas (sede del ayuntamiento) para ovacionar a los futbolistas.
Alrededor de las 13 hora de Bélgica (8 de la Argentina), el plantel de los Diablos Rojos llegó a Bruselas. Primero, fueron recibidos por el rey Felipe, quien felicitó uno a uno a los integrantes del plantel dirigido por el español Roberto Martínez.
Posteriormente, y tras la foto protocolar, los jugadores salieron al balcón del Gran Palacio donde recibieron el cariño de la multitud y disfrutaron de un día histórico para el país.
Fue tal la cantidad de gente que se agolpó alrededor de la sede gubernamental que las autoridades debieron cerrar el acceso un par de horas antes de la salida de los jugadores, e instalaron pantallas gigantes en distintos puntos de la ciudad.
“¡Qué bienvenida a casa! ¡Amo a nuestros fanáticos!”, escribió en su cuenta de Twitter la estrella belga, Eden Hazard, junto a un video en el que mostraba cómo vivían la celebración los futbolistas.
El recibimiento del público fue acompañado también por la prensa belga, que calificó de “histórico” el tercer lugar en Rusia.
“Bélgica ha logrado un tercer puesto histórico en un Mundial“, recoge el diario francófono “Le Soir“, donde también se subraya el “profesionalismo” de los “Diablos Rojos” y se resalta un recorrido por el Mundial “que ha generado la admiración de la multitud, en Bélgica y más allá”.