Lejos de los ideales de belleza o sin respetar el clásico mandato del 90-60-90, el mundo del modelaje expone ejemplos de mujeres que, por talla, apariencia o edad, se animan a escribir nuevos paradigmas
Pueden revolucionar las pasarelas, fichar para las mejores agencias del mundo o protagonizar las tapas de revistas consideradas verdaderas “Biblias de la moda”. Pueden y lo hacen, pero, lejos de representar estereotipos de perfección o eternos ideales de belleza, rompen los moldes establecidos y, ya sea por su talla, la edad que tienen o porque parece no preocuparles la mirada de los otros, escriben una nueva historia en el mundo del modelaje. ¿Cambio de paradigma o apenas excepciones que confirman una regla?
Ashley Graham, Mara Martin, Daphne Selfe, Candice Huffine, Georgia Pratt o Paloma Elsesser son algunos de los ejemplos más llamativos a la hora de hablar de moda inclusiva. Ya sea porque no responden al clásico 90-60-90 o porque forman parte de la tercera edad, para ellas tener celulitis, estrías, arrugas o kilos de más no resulta un impedimento para figurar entre las modelos más deseadas por las marcas y diseñadores.
“Los estereotipos de belleza siempre mutaron con las épocas -dice la profesora de Historia del Arte María Laura Rango-. En la Edad Media, por ejemplo, se consideraba bello a todo lo que era armónico y mantenía proporciones. Esta idea cambió con el tiempo y derivó en un mayor interés hacia lo subjetivo, es decir al observador y sus gustos personales. Este nuevo concepto de belleza tuvo su máximo representante en el Romanticismo, y fue evolucionando hasta el siglo XX, cuando aparece ya más afianzada la idea de que bello puede ser todo, desde lo más extravagante hasta lo más inusual”.
MARA MARTIN AMAMANTÓ A SU BEBÉ EN PLENA PASARELA / WEB
Teorías al margen, el caso de Daphne Selfe, de 86 años, viene recorriendo el mundo desde que formó parte de campañas de marcas como Olay, Vivea y Dolce & Gabbana. También sirve de ejemplo el caso de Jacqueline Tajah Murdock, quien fue bailarina desde los 17 años y, al cumplir 80, formó parte de la famosa casa de moda francesa Lanvin.
Otras modelos que en este último tiempo vienen rompiendo estereotipos con un éxito rotundo son Winnie Harlow (sufre vitiligo), Andrej Pejic (andrógina y transgénero) o Madeline Stuart (con síndrome de down). Es más: algunos hasta aseguran que la notoriedad de las mujeres que salen de los estándares de belleza hasta ahora establecidos no sólo se ve en la pasarela sino en el mundo del espectáculo. Kim Kardashian, Adele o Beyoncé, por citar sólo unos ejemplos, sepultaron el 90-60-90 hace rato y hoy no es raro escuchar críticas de todo tipo cuando se ve desfilar a modelos flaquísimas. ¿Es apenas una moda en el mundo de la moda?
A SUS 86 AÑOS, LA MODELO DAPHNE SELFE SIGUE VIGENTE / WEB
Mientras muchas mujeres tratan de lograr el “cuerpo perfecto” a fuerza de dietas y gimnasio, hay otras que escapan a los viejos mandatos y marcan tendencia. Los mejores ejemplos de esto son sin duda Paloma Elsesser, Candice Huffine, Georgia Pratt o la estadounidense Ashley Graham, acaso la modelo XL más famosa y quien logró imponerse y llamar la atención de las marcas más caras del mundo.
Si bien nuestro país -y el mundo del modelaje en particular- aún está lejos de ser muy inclusivo, Argentina tiene algunos ejemplos dentro del universo de las modelos de talla grande. Sami Alonso y Brenda Mato, por mencionar dos, son las caras de Plus Model Argentina y Plus Dolls, las dos primeras agencias del país de modelos curvy.
Con todo, Alonso reconoce que las marcas grandes todavía no se animan al cambio en nuestro país. “Hay algunas que apuestan a la diversidad con su tabla de talles -dice- pero cuando salen las campañas o hacen los desfiles, siempre eligen el mismo prototipo de mujer. Cada temporada nueva estamos expectantes para ver si apostarán a nosotras en las gráficas. Hasta ahora, sólo lo hicieron dos”.
Y si de descontracturar la pasarela se trata, está claro que el mejor y más reciente ejemplo es el de la modelo Mara Martin, una estadounidense de 30 años que desfiló días atrás mientras le daba el pecho a su bebé de cinco meses en la pasarela organizada por la revista Sports Illustrated, en Miami. El gesto, en un país reticente a que las mujeres amamanten en público, no sólo marcó una postura sino que recorrió el mundo y se volvió viral en pocas horas.
“No puedo creer que esté saliendo en los titulares con mi hija por algo que hago todos los días -contó Martin desde su cuenta de Instagram-. Resulta como mínimo irreal. Estoy muy agradecida de poder compartir este mensaje y, con un poco de suerte, de normalizar la lactancia materna y de mostrar a las mujeres que se puede hacer todo”.