El quilmeño de 43 años volvió a entrenarse para filmar una película y siente que puede regresar al cuadrilátero. Lo admitió su representante.
La última pelea de Sergio Maravilla Martínez fue el 7 de junio de 2014. El boxeador nacido en Quilmes tuvo una velada para el olvido ante el puertorriqueño Miguel Cotto que le propinó una paliza y le ganó por KOT en el décimo asalto. Con la rodilla derecha notablemente averiada, Maravilla aceptó que era el momento de colgar los guantes. Pero este lunes trascendió, a través de su representante, que podría volver al ruedo.
“No necesita dinero, va a hacer una película. Le pidieron que bajara de peso y cuando se puso a entrenar, cada vez más fuerte, me comentó que se sentía bien, que la rodilla estaba perfecta. ‘Me están pidiendo que esté en perfectas condiciones, con licencia, y quiero volver’, me dijo”, reconoció Sampson Lewkowicz, su representante y hombre de confianza, en diálogo con el programa Ring Side de radio La Red.
Y agregó: “No tiene necesidad de volver por sus negocios. Yo le respondí que si le daban la licencia, todo lo que hiciera sería suyo si quisiera volver. La decisión que tome, aunque yo no la acepte, la voy a respetar. Monetariamente, ni un centavo le voy a cobrar. Mi opinión igual, es que no vuelva “.
En estos cuatro años que pasaron desde su último combate, Maravilla se dedicó a su negocios: una marca de gimnasios de boxeo, una empresa de inversiones financieras en España y el manejo de boxeadores en asociación con Lewkowicz y hasta incursionó en el espectáculo con monólogos teatrales.
Maravilla fue campeón del mundo superwélter y mediano de la CMB (el título que le entregó a Cotto) y su registro es de 51 victorias (28 por KO), tres derrotas y dos empates. Su combate frente al mexicano Julio César Chávez Jr, el 15 de septiembre de 2012, en Las Vegas, donde ganó el título mundial mediano de la CMB en decisión unánime, fue el punto más alto de su carrera y una de las peleas más recordadas del boxeo argentino moderno.
Fuente: Clarín