La búsqueda en el río Paraná de los cuatro desaparecidos como consecuencia del hundimiento de una canoa el pasado domingo al mediodía, a la altura de Pueblo Esther, continúa con recursos complejos pero sin novedades.
Además de buzos tácticos, efectivos de Prefectura y embarcaciones, la tarea sumó el sobrevuelo de la zona con aeronaves y hasta drones para tratar de detectar algún indicio, sobre todo en lugares a los que no se puede llegar con las lanchas.
El domingo pasado, cuando siete jóvenes volvían al atardecer de una jornada de pesca cuando su canoa a motor naufragó: uno de los tripulantes murió, tres sobrevivieron y cuatro son los desaparecidos. En total son ocho embarcaciones y buzos tácticos, dispuestas para el rastrillaje que comprende la extensión de unos 80 kilómetros, desde Pueblo Esther hasta Ramallo en la provincia de Buenos Aires
La fiscal de la causa dijo horas después del naufragio que la embarcación no estaba registrada, y el conductor tampoco tenía habilitación náutica para realizar esas travesías, y menos con ocho personas a bordo más la carga.