Tomás Chapero llegó a Bahía a los quince años con la ilusión de aprender, formarse y competir.
Nacido en Santa Fe, a los 6 años empezó a jugar al básquet, y siempre soñó hacerlo profesionalmente.
Cuenta que desde muy niño se manejó de manera bastante independiente, por eso asimiló muy bien la adaptación a la ciudad.
Con el pasar de los años se lo nota más maduro, pero siempre sin perder su espíritu juvenil. Esto se ve claramente en sus actitudes, y en cada uno de los conceptos que suelta a lo largo de la charla.
Nombre completo: Tomás Chapero
Apodo: Chapa
Un deporte que no sea el básquet: Me gusta jugar al hándbol. También me gustaba mucho la natación, hice cuatro años cuando era chico y me encantaba ir.
Un pasatiempo: Jugar a la play, cada vez que tengo un tiempo libre utilizo esos momentos para desconectarme. Otro pasatiempo es comer.
Comida preferida: Sin dudas, los asados, principalmente si cocina mi abuelo, ¡es un crack!
Una ciudad: De Argentina me gusta mucho Carlos Paz, y pensando en el exterior, me encantó conocer Nueva York.
Un sueño: Llegar a jugar en las grandes ligas, y ver la felicidad de mi familia. También sueño con jugar en la Selección Argentina.
Un libro: Me gustan dos libros, uno es la saga de Los 100, y el otro es la saga de Maze Runner. Recomiendo las dos sagas.
Una virtud: Soy carismático (risas). Me gusta mucho hablar con la gente, y conocer todo el tiempo nuevas personas.
Un defecto: En ocasiones tengo exceso de confianza y a veces eso puede caer mal en la otra persona.
Siempre me hace sonreír: Siempre, siempre me hacen sonreír mis viejos. Todavía me rio de cosas que me decían de chiquito. Es algo que me encanta y disfruto cada vez que los veo.
Un lugar al que te gustaría volver: Me gustaría volver a Bahamas, tuve la posibilidad de hacer un campus ahí y es increíble.
Mejor amigo: Juan Marini y Matías Buffi. Uno es nacido en Bahía Blanca y el otro en Vera, Santa Fe. Compartimos muchos momentos juntos y son muy importantes en mi vida.
¿Por qué usas el número 11?: Es un número que me gusta a mí, y además tiene algo de carga sentimental porque siempre lo usó mi papá y mi abuelo. Creo que es un número que va pasando de generación en generación.
¿Cine o peli en casa?: Peli o serie en casa, aunque en ocasiones está bueno ir al cine.
¿A qué personaje famoso le harías una entrevista?: A Roger Federer y Manu Ginóbili, dos referentes deportivos.
¿Mate o Tereré?: Mate, definitivamente.
Un recuerdo con la Selección Argentina: El recuerdo más cercano que tengo, y que me gustó mucho, fue el primer partido del Mundial U17 que se jugó este año. Cuando entré al estadio se me puso la piel de gallina porque estaba lleno, no cabía un alma más.
Que el estadio explote por ver jugar al básquet a doce chicos, y encima ser parte de esos doce chicos que representan a la Selección Argentina, sinceramente fue un orgullo tremendo. Otro fuerte recuerdo que tengo es el momento del Himno Nacional.
Un referente: Luis Scola, Andrés Nocioni y Pepe Sánchez, sin dudas, son un ejemplo a seguir.
Un Superhéroe: Capitán América.
¿Qué música suena en el vestuario?: Escuchamos de todo un poco, pero lo que más suena es cumbia, trap o remix.
¿Cómo fueron tus inicios en el básquet?: Empecé jugando en La Salle, era mi escuela y se practicaba básquet. Jugué un año ahí y después pasé a Unión de Santa Fe, donde estuve hasta los 12 años.
Después nos fuimos a vivir a Vera, pero igualmente seguí un año más en Unión. A los 13 jugué en San Justino, un club que forma parte de la Liga Santafesina, pero es de la ciudad de San Justo. Como pasaba muchas horas viajando, y se complicaba para entrenar, decidí jugar en el Círculo Recreativo de Vera. Luego, a mitad de año, me vine para Bahía.