Se trata de un colectivo que está en contra de las políticas del presidente ruso Vladimir Putin. El historial de sus intervenciones.
Cuatro personas invadieron el campo de juego del estadio Luzhniki de Moscú, durante la final del Mundial de Rusia 2018, que disputaban Francia y Croacia. La irrupción fue adjudicada por el colectivo punk de las Pussy Riot, un grupo de rusos que está en contra de las políticas de Vladimir Putin.
En el minuto 53, los intrusos ingresaron a la cancha vestidos con uniformes, principalmente de policías, pero en ningún momento intentaron agredir o abrazar a los jugadores en el terreno de juego. Rápidamente fueron controlados y retirados por agentes de seguridad, por lo que el partido continuó con normalidad.
En las redes sociales, el grupo de protestas ruso Pussy Riot se adjudicó la intervención y dijo que los manifestantes representaban “policías celestes que vigilan a los hinchas del Mundial (…) y el respeto de las reglas de juego”, a diferencia de los “policías terrestres” rusos que “dispersan las manifestaciones” y “lastiman a todo el mundo”.
Esta no es la primera vez que Pussy Riot causa polémica. El grupo de rock de protesta, que fue formado en 2011 en Moscú, se hizo famoso mundialmente varias controversias y escándalos. A través de Twitter, esta vez dio una lista de exigencias al gobierno ruso, incluida la de liberar a los presos políticos, poner fin a los “arrestos ilegales durante las protestas” y “permitir la competencia política en el país”.
En febrero de 2012, cinco integrantes del grupo hicieron una intervención en laCatedral de Cristo Salvador en Moscú, en protesta por el apoyo de los líderes de la Iglesia Ortodoxa a Vladimir Putin, presidente de Rusia, en su campaña electoral.
Nadezhda Tolokonnikova y María Alyokhina, dos de las fundadoras del grupo punk, se convirtieron en celebridades después de su encarcelamiento en 2013, a pesar de que el propósito del gobierno de Putin era silenciar su mensaje crítico hacia su administración, sobre todo en tiempos electorales.
Más tarde fueron liberadas en el marco de una nueva Ley de Amnistía sancionada ese mismo año, pero la opinión pública es que el premier Putin se apuró para mejorar su imagen de cara a las Olimpíadas 2014 en Sochi.
Ni Estados Unidos se quedó afuera de las protestas de los Pussy Riot, ya que en 2016, la agrupación lanzó un álbum llamado “Make America Great Again” -en referencia al lema de campaña del actual presidente de EEUU- dos semanas antes de las elecciones en Estados Unidos, en el cual cantan sobre un mundo oscuro donde Donald Trump oprime a la población.