El presidente ruso, Vladimir Putin, recibió este jueves en su residencia de Novo-Ogaryovo al funcionario iraní Ali Akbar Velayati, que está acusado de ser uno de los autores intelectuales del atentado terrorista a la AMIA que el 18 de julio de 1994 dejó 85 muertos y cientos de heridos. La reunión se produjo luego de que el juez Rodolfo Canicoba Corral pidiera la detención y extradición del diplomático.
Según informó la agencia estatal rusa RIA Novosti, como parte de la delegación local participó el ministro de Asuntos Exteriores de Rusia, Sergei Lavrov, mientras que del lado iraní asistió el embajador de ese país en Rusia, Mehdi Sanai.
El encuentro entre el asesor del líder supremo de Irán, el ayatolá Ali Khamenei, y Putin se registró en el marco de las negociaciones para aclarar la posición de Teherán luego de la retirada de los Estados Unidos del acuerdo nuclear. Tras confirmarse la llegada de Velayati a Rusia, Canicoba Corral había ratificado su pedido para exigir la captura internacional del iraní implicado en la causa del atentado contra la AMIA, lo que activó los canales de negociaciones diplomáticas.
Funcionarios de alta jerarquía de la Cancillería y del Ministerio de Justicia planteaban ayer que “legalmente Rusia está obligada aceptar” el pedido judicial porque existe un tratado internacional suscripto entre ambos países. Pensaban que el gobierno de Putin no debería negarse a detener y extraditar a Velayati, tal como lo indica el acuerdo aprobado el mes pasado por el Parlamento argentino.
“Las Partes se obligan, conforme a las disposiciones del presente Tratado, a entregarse recíprocamente, por una solicitud, a las personas que se encontraren en territorio de una de las Partes, para ser sometidas a un proceso penal o para la ejecución de una pena, por la comisión de un delito que dé lugar a la extradición”, dice el acuerdo bilateral que fue firmado por Putin y Cristina Kirchner en julio de 2014 y el mes pasado fue avalado plenamente por el Congreso argentino.
En el Gobierno no quisieron informar aun si Macri estaría dispuesto a levantar el teléfono para hablar directamente con Putin y plantear el reclamo de la Argentina. Es que la relación entre ambos jefes de Estado es muy cordial y han decidido estrechar la alianza estratégica integral. De hecho, Macri viajo en visita oficial a Moscú en enero pasado y selló varios acuerdos comerciales con Putin.
Velayati era ministro de Relaciones Exteriores de Irán cuando ocurrió el ataque terrorista –ocupó el cargo entre 1981 y 1997– y está acusado de haber participado de la reunión que se celebró el 14 de agosto de 1993 en el Consejo Supremo de Seguridad en la que se decidió el ataque.
No es la primera vez que Velayati sale de Irán. El año pasado estuvo en Singapur, Malasia y Líbano. Pero a pesar de las quejas que presentó en ese entonces el gobierno argentino, el funcionario iraní no pudo ser detenido. Sobre él pesa un pedido de captura nacional e internacional desde noviembre de 2006 aunque no rige una “alerta roja” de Interpol, lo que impide una detención automática.
Después de dejar Rusia, el viernes por la tarde, Velayati se trasladará a China para emitir allí el mismo mensaje de alineamiento al acuerdo nuclear que Estados Unidos abandonó.