Especialistas del Hospital de Clínicas revelaron que en el país se producen cerca de 90 fracturas de cadera por día en la tercera edad, cifra que equivale a 34.000 por año, y que las fracturas en general alcanzan a una de cada tres mujeres y a uno de cada cinco varones adultos mayores. Por lo tanto, recomiendan que a partir de los 50 años se realice una consulta al médico.
Las fracturas se producen fruto del desgaste y la fragilidad del esqueleto, la pérdida de tono muscular, junto con la osteoporosis y la artrosis. Los hombres también sufren pérdida de tejido óseo, pero a menor velocidad que las mujeres.
Las consecuencias más frecuentes son las fracturas de vértebras, muñeca y cadera. Aproximadamente la mitad de las fracturas de columna vertebral no dan síntomas y la persona no sabe que las tiene si no se estudian.
La fractura de cadera suele darse con mayor frecuencia en pacientes de 70 años en adelante. Con la edad, no solo se deteriora la calidad del tejido óseo, sino que además los músculos pierden fuerza y función. La persona siente de a poco que ya no tiene la misma velocidad al caminar o pierde la capacidad de respuesta rápida ante las caídas. Por ello también es necesario hacer una evaluación sobre el funcionamiento muscular integral, que acompaña la prevención de accidentes o fracturas a edades avanzadas.
Las personas mayores deben estar atentas por consiguiente a manejar la inestabilidad, con ayuda de elementos de apoyo: bastones, trípodes o andadores. También, usando calzado antideslizante, con una correcta sujeción del pie.
En cuanto a los cuidados en el hogar, se sugiere acondicionar el baño, es decir, quitar bañaderas y colocar sujetadores en las paredes. También se debe prestar atención a los momentos en los cuales no se controlan tantos los movimientos, mayormente a la noche, donde una simple caída desde la cama puede provocar una fractura.
Es importante, para la prevención de osteoporosis y de la debilidad muscular tener hábitos saludables: actividad física regular, buena alimentación incluyendo lácteos, fuente principal de calcio, cantidad adecuada de ingesta de proteínas, exposición regular al sol. Tanto el cigarrillo como la ingesta aumentada de alcohol son nocivos para el esqueleto.