Es una pieza clave en todas las cocinas y resulta vital conocer algunas cuestiones para mantenerlo en perfectas condiciones a lo largo de los años
Los electrodomésticos son herramientas esenciales en los hogares modernos y por eso cuando se compran se hace una inversión importante, ya que se trata de una pieza que necesitamos para la vida cotidiana y queremos que funcionen bien durante muchos años.
Pero para que eso suceda, no basta sólo con elegir buenas marcas y pagar altos precios. El cuidado y mantenimiento de los electrodomésticos es fundamental para que tengan una larga vida útil.
En el caso del horno, es muy importante utilizar recipientes adecuados, que cumplan con una serie de características a fin de extender la vida útil. ¿Sabías que la silicona puede dañar los sensores de humedad que tienen algunos hornos? Los mejores son los materiales refractarios oscuros con esmalte negro, ya que conservan mejor el calor.
Casi todos, alguna vez que terminamos de hornear los alimentos y dejamos abiertas las puertas para que se enfríe más rápido. Sin embargo es recomendable dejarlas cerradas, ya que los cambios bruscos pueden dañar las gomas, por no hablar de los muebles de la cocina, que se irán deteriorando con el exceso de calor.
Hay que intentar no dejar para después la limpieza interior del horno después de utilizarlo. Los restos se acumulan y pueden ir dañando la capa que lo recubre. Si el horno tiene pirólisis, un sistema de limpieza por alta temperatura, convertirá los restos orgánicos en cenizas y después se podrán sacarlas con un paño húmedo. Si no lo tiene, hay que utilizar productos específicos y limpiar los derrames una vez que el horno se haya enfriado.
Es importante limpiar el horno también por fuera. La grasa y el polvo pueden acumularse y hacer que pierda color o brillo, dependiendo del acabado que tenga. Si el artefacto se utiliza a diario en la casa, es bueno pasar un trapo húmedo o una esponja con un poco de jabón y después secarlo con un paño.
Las bandejas y las rejillas requieren siempre una buena limpieza con productos específicos. Por otro lado, no hay que olvidarse de revisar ocasionalmente las bombillas, las gomas y demás accesorios y cámbialos en caso de que estén dañados.
Si se utiliza papel aluminio o una bandeja de ese material, hay que cuidar que no toque la puerta de vidrio, ya que podría dañarla. La limpieza de esta zona, suele ser complicada, los hornos más modernos ya cuentan con un sistema fácil para desmontarlas y poder maniobrar mejor. Sea como sea, nunca se deben utilizar productos demasiado abrasivos. Con un paño y un poco de detergente será suficiente si se lo hace en el momento.
Tanto el suelo como las paredes del horno, alcanzan temperaturas muy elevadas. Si se colocan recipientes en esa zona, además de que podrían dañarse irreparablemente, podría llegar a producirse un incendio interior.