Según el presidente del plenario de comisiones, el sector del “sí” no logró el número para que se apruebe el proyecto con cambios. El próximo miércoles se votará el texto que llegó de Diputados. El “no” sigue con ventajas.
El plenario de comisiones del Senado que trata la legalización del aborto en la Argentina terminó su tarea luego de arduas semanas de debates y exposiciones, sin que se lograra emitir dictamen al proyecto. Aunque el debate de todas formas se dará el 8 de agosto en el recinto, la ausencia de dictamen fue un traspié que sufrieron los “verdes”, al no poder reunir la mayoría de 27 firmas necesarias (tuvieron 26).
Sucede que, aunque el desenlace es incierto todavía, los “verdes” están corriendo con desventaja en el Senado, que en este sprint final parece confirmar su perfil de Cámara conservadora. Están menos abroquelados que el sector “celeste” cuyo único horizonte es el rechazo liso y llano del aborto. Para “salvar la ley”, los senadores en favor del aborto habían conseguido el martes el apoyo del colectivo de mujeres que impulsa la legalización, para consensuar modificaciones a la media sanción de Diputados. Ese dictamen, con el que esperaban sumar más voluntades de dudosos y “verdes clarito”, es el que no pudieron imponer este miércoles.
Así, el 8A se pondrá a debate en el recinto del Senado la media sanción de Diputados. Al no ir con los cambios previamente establecidos, al ala “verde” se le generan ruidos adicionales, ya que si quieren sacar adelante el proyecto deberán primero votar la media sanción de Diputados y luego discutir cada artículo o los que quieran agregar.
La ausencia de dictamen fue al mismo tiempo una jugada del ala “celeste”, que tampoco contaba con mayoría para imponer su dictamen de rechazo. Le trasladaron así el peso a los “verdes”. Todo sucedió en el plenario de comisiones, presidido por el radical jujeño Mario Fiad (antiabortista), y bajo una fuerte e inesperada polémica sobre la interpretación del reglamento del Senado, acerca de si necesitaban o no también la mayoría (parcial) en cada una de las tres comisiones que integraron el plenario. Miguel Pichetto, apoyado transversalmente tanto desde el kirchnerismo por Marcelo Fuentes, como por la rionegrina Magdalena Odarda, entre otros, sostuvo que se trataba de reunir la mayoría de las tres comisiones. Pero al cierre de la reunión, Fiad declaró que no estaban tampoco las firmas necesarias.
“Firmamos dictamen único que no fue aceptado por interpretaciones reglamentarias”, señaló la cordobesa Laura Rodríguez Machado (a favor de la legalización). Tanto Pichetto como, entre otros, la cristinista Anabel Fernández Sagasti se fueron diciendo que en el recinto plantearán que el dictamen es válido y someterán a votación este tema reglamentario.
Según Fiad, el único dictamen propuesto sólo consiguió el apoyo de 26 senadores sumando a las tres comisiones. Le faltó uno para alcanzar mayoría absoluta, “lo que aún en la interpretación Pichetto” dejó el asunto sin dictamen, dijeron desde el área técnica del Senado. “Formalmente no hay dictamen”, sostuvo el secretario parlamentario Juan Tunessi, aunque concedió que Pichetto y el ala verde podrían llevar su planteo al recinto el 8A.
Los “celestes” acordaron como estrategia, en la noche del lunes, no presentar dictamen. Fue en una reunión “transversal” en el despacho de Federico Pinedo: estuvieron los radicales Julio Cobos y Silvia Elías de Pérez, el macrista Esteban Bullrich, el peronista José Mayans -protagonista en este asunto de fuertes contrapuntos con Pichetto-, entre otros.
La jugada “celeste” irritó a los “verdes”. Fuentes, Cristina Fernández de Kirchner (en una jornada muy particular por la explosión del nuevo escándalo de corrupción y detención de sus ex funcionarios), y el radical Oscar Castillo, entre otros, estamparon su firma al dictamen con disgusto y se fueron de la reunión. Pichetto se cruzó fuerte con Elías de Pérez, que le adjudicó molestarse “por tener que escuchar a una mujer, y para peor que piensa distinto”.
En un tema que genera una grieta profunda, la batalla del aborto legal es a todo o nada. A Mayans, entre otros, se le atribuye la intención de reclamar que los “verdes” deberán reunir ahora dos tercios si quieren habilitar el debate. Pero nadie cree que se llegue a tanto, y el Senado ya votó que el 8A se daría la discusión “con o sin despacho de comisión”.
Los “verdes” reman de atrás: los antiaborto tendrían consolidados 35 votos, ya forzando al menos una paridad que llevaría al desempate de la vice Gabriela Michetti.
Fuente: Clarín