En otro día de alta volatilidad en los mercados, el Banco Central (BCRA) anunció ayer una serie de medidas con el objetivo de estabilizar el mercado cambiario y recuperar la confianza. Así, avanzará desde hoy en la cancelación progresiva y total de la deuda en Lebac, tras haber logrado el aval del FMI para usar reservas con ese fin.
La entidad ratificó así que, según su diagnóstico, la amenaza que supone ese millonario pasivo no solo es fuente de corridas, sino que además dificulta la ejecución eficaz de la política monetaria, lo que explica buena parte del fracaso de su programa antiinflacionario hasta ahora.
“Vamos a reducir el stock mes a mes para terminar con todas las Lebac a fin de año”, explicó el presidente del BCRA, Luis Caputo, aunque aclaró que se hará con un esquema “pensado para no afectar decisiones pasadas de inversión”.
El día había comenzado signado por los reacomodamientos que activó la crisis de Turquía. El peso se devaluó 2,25% (el dólar se instaló por encima de los $30) y tanto el riesgo país como el costo de los seguros contra una posible nueva cesación de pagos de la Argentina (CDS) treparon 7%. Quedó a la vista así que el país es uno de los centros de desconfianza hacia los mercados emergentes.
El esquema con que el Gobierno espera calmar a los inversores contempla una renovación parcial de las Lebac que estén en manos de tenedores no bancarios y que vayan venciendo hasta fin de año. Y hacer que los bancos migren sus tenencias hacia otros títulos del BCRA, como letras de liquidez (Leliq) o notas del Banco Central (Nobac). A su vez, anunció que subió la tasa de política monetaria al 45% (del 40% actual).
El mecanismo para terminar con las Lebac se pondrá en marcha hoy, en el que puede ser el último “supermartes”: vencen unos $525.000 millones, pero el BCRA solo ofrecerá un máximo de $230.000 millones en nuevos títulos a 35, 63 y 98 días de plazo para inversores no bancarios, “contra un vencimiento estimado de $330.000 millones en manos de los mismos”, explicó la entidad.
A su vez, en el segmento exclusivo para bancos (tienen otros $200.000 millones que vencen) les quedará abierta la posibilidad de comprar Nobac en pesos a un año con cupón fijo o con cupón variable trimestral (TM20 promedio bancos privados + spread a licitar), según el comunicado que se publicó anoche.
En paralelo, el BCRA dará inicio a un sistema de subasta de dólares que, en general, estará calzado con los vencimientos de su deuda en Lebac y arranca con la oferta de US$500 millones, aunque podrá repetir cuando detecte “movimientos disruptivos” en el mercado cambiario. Esa oferta apunta a posibilitar que los tenedores de Lebac, entre ellos un residual que queda en poder de extranjeros, puedan hacer el cambio de moneda aunque al precio del dólar que fije el mercado.
“Vamos a licitar dólares en la medida que nos demanden dólares. Y recurrimos a la licitación para darles oportunidades a todos y no solo a los que hoy tienen Lebac”, explicó ayer Caputo, aunque en principio la idea surgió para atender el impacto que la inyección de pesos resultante de la cancelación progresiva de Lebac pudiera tener en la demanda de divisas. “La idea es asegurar que el mercado permanezca balanceado entre oferta y demanda”, insistió.
A esto hay que agregar que el Ministerio de Hacienda y Finanzas, que suspendió desde ayer las subastas de divisas tras juzgar satisfechas sus necesidades financieras de pesos, lanzará un calendario de licitaciones regulares de letras del Tesoro (LETE) en pesos, que calzará con los vencimientos de Lebac y arrancará mañana.
La idea es ofrecerles “alternativas de inversión en pesos” a los tenedores de Lebac que busquen mantener inversiones en moneda local y alentar a los bancos a que sean más activos, además, en la oferta y colocación de depósitos a plazo fijo.
De hecho, uno de los objetivos con que el Comité de Política Monetaria (CoPom) del BCRA elevó ayer la tasa de interés de referencia (con la que remunera la inversión de los bancos en Leliq a 7 días) del 40 al 45% es que, en adelante, trasladen parte de ese beneficio a los depositantes.
El intento y las dudas
El objetivo oficial es “eliminar el stock de Lebac en manos de las entidades no bancarias” para fin de año, evitando que esos pesos que vayan quedando liberados generen más presión sobre el tipo de cambio.
“Nosotros podemos cancelar este pasivo tóxico con reservas. Si las reservas subieran, bien, y si tuviéramos que hacer un waiver porque no subieron, bien también, porque lo más importante es que normalizamos la relación en el sistema financiero”, explicó por la tarde Caputo, para quien las Lebac, al ganar masividad, se transformaron en “una forma de que cualquiera pueda tener una cuenta corriente remunerada en el BCRA y a tasa más alta que lo que le pagara un banco. Esto atenta contra el normal desarrollo del sistema financiero”, explicó.
Rueda caliente
Los anuncios oficiales llegaron tras otra rueda caliente de mercados, en la que el precio del dólar al público se terminó de instalar sobre los 430 para la venta al público (cerró a un promedio de $30,68), lo que significó una devaluación del peso del 2,25%, que estuvo en línea con la de otras monedas de la región.
Sin embargo, no pasó desapercibido que la tendencia al alza que ya mostraba desde la apertura de la rueda el tipo de cambio se aceleró una vez que el Ministerio de Hacienda y Finanzas comunicó que discontinuaba las subastas de dólares que venía realizando a diario desde mitad de junio, “en consideración a la posición de liquidez en pesos” que había acumulado y hasta que las necesidades de pesos lo requieran nuevamente.
“Ese anuncio hizo que el dólar, que ya había cruzado la frontera de los $30, llegara a tocar máximos de $30,35, de los que luego se fue alejando cuando el BCRA anticipó que ofrecería mañana [por hoy] US$500 millones, hasta cerrar a $29,825/$29,925 para compra y venta mayorista, es decir, 67,5 centavos arriba del final del viernes pasado”, reseñó el operador Gustavo Quintana, de PR Cambios.
Las idas y venidas en la oferta oficial de divisas, en un mercado acostumbrado a ella, reavivó los resquemores sobre falta de coordinación entre el BCRA y Hacienda. “¿Tenía sentido que discontinúen hoy justamente la oferta? La posición de liquidez de Hacienda, que es bienvenida, ¿cambiaba dramáticamente si vendían US$50 millones más?”, se preguntaba ayer el jefe de la mesa de dinero de un banco privado líder.
Los analistas juzgaron positiva la reacción oficial a la renovada volatilidad del mercado. “Es positivo que el Gobierno haya reaccionado de inmediato y no haya ido por detrás de los acontecimientos, como sucedió en anteriores oportunidades, pero será el mercado el que dictaminará de acá en más si esto es suficiente o no”, sostuvo el economista Luis Palma Cané. “Valoro que este BCRA busque anticiparse al mercado y demuestra decisión. Eso es clave para, al menos, intentar encauzar las cosas”, coincidió su colega Gabriel Caamaño, del Estudio Ledesma.