A través del portero eléctrico le pidió a los periodistas que le dijeran al encargado del edificio que fuera hasta su departamento, de donde dijo que no saldría “hasta dentro de un mes”
Los periodistas que esta mañana estaban apostados en la puerta del domicilio del ex juez Norberto Oyarbide vivieron una situación propia de una comedia cuando a través del portero eléctrico comenzaron a escuchar una voz.
Al acercarse para saber qué sucedía comprobaron que quien hablaba era Oyarbide, quien les pedía que se comunicaran con el encargado del edificio y le pidieran que subiera hasta su departamento.
Consultado si iba a bajar para hacer declaraciones, después de la movida jornada de ayer, en la que llorando dijo que quería ampliar su declaración en la causa por “los cuadernos de la corrupción”, el ex magistrado les dijo a los periodistas que podían irse “porque no voy a salir hasta dentro de un mes, más o menos”.
“Me siento perfecto anímicamente, mejor que ayer”, respondió ante la requisitoria sobre cómo se encontraba, y confirmó que le asignaron una custodia para resguardar su seguridad