Con motivo de pasar a integrar la “clase pasiva”, luego de 31 años de labor, María Rosa Cancian tuvo una emotiva despedida en la Escuela Nº 1310 de Paraje El Toba, en el Distrito Margarita.
Su historia con muchas penurias en el ámbito rural fueron descriptas en las sentidas palabras de la directora Mirta Molina, de su hija y sus exalumnos, que coincidieron en destacarla como una maestra de gran vocación y un elevado sentido de responsabilidad.
Numerosas colegas y familias de la comunidad fueron la muestra más concreta de lo que María Rosa logró sembrar a lo largo de su carrera: respeto y reconocimiento.
Un párrafo muy especial para el desarrollo del acto en el que alumnos y mayores pudieron expresar con palabras y canciones su eterna gratitud por lo realizado por una docente que fue parte de sus vidas y perdurará por siempre en sus recuerdos.