Quedaron atrapadas en una red de pesca y murieron ahogadas. Imágenes impactantes.
Autoridades ambientales reportaron que 300 tortugas de la especie Golfina, considerada en riesgo, fueron halladas flotando y muertas en aguas del estado de Oaxaca, en el sur de México, rodeadas de sus fluidos putrefactos, según informó la fiscalía ambiental.
“Tenían aproximadamente ocho días de haber fallecido dentro del mar, por ahogamiento. Estaban enredadas con mallas de pesca prohibidas de 120 metros de longitud aproximadamente y monofilamento nylon de seis pulgadas”, se informó el martes desde la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente. También se agregó que que se ha iniciado una investigación para dar con los responsables. El tipo de red donde quedaron atrapadas se utiliza en barcos atuneros.
Los cadáveres formaban una pequeña y tétrica isla de caparazones que “se encontraban en avanzado estado de descomposición, y algunos ya fragmentados”.
Para evitar focos de contaminación, “las tortugas marinas fueron enterradas en dos fosas con medidas de seis por seis metros y cuatro por cinco metros, con una profundidad de dos metros cada uno”, detalló la Profepa.
“No hemos recorrido la red en su totalidad. En un principio recibimos el reporte de que eran dos redes, aproximadamente son 300 tortugas pero la cifra puede aumentar”, informó José Antonio Ramírez, titular de Protección Civil del municipio San Pedro Mixtepec.
“Encontramos esta red conocida como de trasmallo y lo que nos dijeron los pescadores es que no es del lugar, no se usa en estas playas y quizás pudo ser abandonada por un barco atunero que no dio aviso (a las autoridades) de la pérdida de la red y causó la muerte de las tortugas”.
No es la primera vez que se ve una escena como ésta. El 17 de agosto el gobierno mexicano reportó el hallazgo de 122 tortugas muertas en el Pacífico, frente a las costas del estado de Chiapas, pero en esa ocasión el 10% de los cadáveres tenía signos de golpes en la cabeza y caparazón.
El tráfico de productos y subproductos de tortugas marinas se castiga con nueve años de prisión, pero aún así persiste un comercio ilegal de huevos a los que algunos atribuyen propiedades afrodisíacas.