El gobernador Miguel Lifschitz encabezó hoy el acto de reparación a una joven que fue violada por su padre durante años, a quien un polémico fallo judicial absolvió, destacó “la presencia del Estado haciéndose cargo de una injusticia” y admitió que “no hay nada material que compense la violaciòn o violencia contra una mujer”.
La víctima, identificada con las iniciales C.E.R, denunció en Reconquista que su padre había sometido sexualmente a ella y a dos de sus medio hermanas durante años. El juez de sentencia de Vera, Julio Muse Chemes, sobreseyó al acusado, argumentando que no había pruebas suficientes para condenarlo. La Cámara de Apelaciones en lo Penal ratificó la sentencia.
Esta mañana, en la sede local de Gobernación, Lifschitz planteó que el Estado “es uno solo” a la hora de dar respuestas a las injusticias cometidas contra las mujeres y resaltó de la importancia de “poder reparar la situación, en este caso con una vivienda, un monto económico o un trabajo en el Estado”.
Sin embargo, el titular de la Casa Gris enfatizó que “con eso no alcanza, no hay nada material que compense la violación o violencia contra una mujer”, y señaló: “Estamos dando una señal y este gesto nos ayuda a todos a tomar conciencia sobre la responsabilidad que tenemos de aquí en adelante para que estas cosas no sigan sucediendo, y si suceden, que no queden ocultas en un entramado de silencio y puedan ser castigadas como corresponde”.
Consultado sobre las sanciones que podrían caberle al juez Muse Chemes, indicó: “En realidad hay un sumario abierto en el ámbito de la Justicia que no ha prosperado demasiado. Pero vamos a asumir el compromiso y estoy seguro que todas las dirigentes que nos acompañan y tienen representación legislativa nos van a ayudar para que ese sumario avance y eventualmente llegue a la instancia de juicio político”.
Lifschitz relacionó la posibilidad de ese juicio político contra Muse Chemes con la necesidad de reformar la Constitución provincial:
“Nuestra Constitución actual plantea un esquema de juicio político a los jueces que queda en manos de la Corte Suprema. Es como que la política casi no interviene, la sociedad civil no interviene y queda todo reducido al ámbito del Poder Judicial”.
Lifschitz recordó además que, frente al intento del magistrado de ser nombrado camarista, aclaró: “Afortunadamente la rápida reacción de las organizaciones de mujeres y varias legisladoras nos pusieron sobreaviso y nos permitió retirar ese pliego para esa designación”.
Finalmente, ratificó que se continuarán agilizando los mecanismos para el acompañamiento de las víctimas de violaciones y aclaró que “esto requiere una especialización de los operadores judiciales que intervienen, de una mirada de género, un profundo conocimiento de la legislación vigente para poder impartir justicia de la manera más objetiva posible”.
“Creo que acá hay una gran responsabilidad del Poder Judicial, pero desde los ámbitos políticos y de la sociedad civil debemos trabajar juntos en esa materia”, concluyó.
Fuente: LaCapital