Cerca de 200 kits están aún guardados en el sótano del Hospital Central de Reconquista donde se están deteriorando sin que nadie los pueda entregar.
El programa tuvo como crítica la “cuna” de madera al que se consideró “inseguro” pero nunca se pudo probar que haya habido un solo accidente producido por los materiales con los que se construyeron.
El plan Qunita contenía una cuna de madera con sistema de encastre y con bolsillos de tela, fácil de armar y sin la necesidad de tener herramientas. Además había un colchón, dos juegos de sábana, un acolchado y una frazada de polar.
El plan también incluía:
Ropa: dos conjuntos enteros de manga larga, dos de manga corta, dos pantalones, tres pares de medias, un gorro, un abrigo polar, un par de escarpines y dos sacos de dormir.
Un portabebé, bolso materno y bolso cambiador, con artículos de higiene para la madre y el recien nacido, termómetro digital, algodón, crema de caléndula, crema hidratante, protectores mamarios y preservativos, bata, camisón y pantuflas.
Accesorios: Chupete, babero, mordillo, sonajero; > Una guía de cuidados para la mamá y el bebé, además de un libro de cuentos.
Siempre se supo que la única crítica que el poder judicial hizo a estos kits fue la cuna pero se frenó todo el proceso de entrega generando un enorme perjuicio para las mujeres que eran beneficiarias.
Hoy los cerca de 200 kits están almacenados en el sótano del Hospital Central de Reconquista donde se están deteriorando por el paso del tiempo sin que nadie se anime a tomar la decisión de entregarlos.
En medio del debate por “aborto sí o no” y el “acompañamiento a las mujeres” que tienen hijos es un buen momento para volver a poner este tema sobre la mesa.