En base al nuevo índice de movilidad que se aplica por tercera vez este año, el Gobierno determinó que a partir del primero de septiembre, las jubilaciones, pensiones y la AUH aumentarán 6,68%. Sin embargo, expertos previsionalistas estiman que si la inflación anual cierra por arriba del 35%, como proyectan las consultoras privadas, los abuelos perderán hasta 8% de poder adquisitivo real.
La jubilación mínima actual es de $ 8.096,30 y la máxima, de $ 59.314,97. Con el nuevo ajuste pasarán a $ 8.637,10 y $ 63.277,20, respectivamente. La AUH, que beneficia a unos 4,3 millones de niños y adolescentes de todo el país, subirá apenas $ 105, de $ 1.578 a $ 1.683 por mes.
Desde octubre de 2017 a junio de 2018 los haberes perdieron 3,85% de poder de compra real, al comparar la fecha de aumentos y la inflación de ese período y sin contar el bono. Si se tiene en cuenta la inflación anual de las consultoras privadas de entre 30% y 35,5%, los jubilados perderán hasta 8%.