Cerca de Villa María, funciona la Estancia Yucat, que posee más de 20 mil hectáreas. Los arrendamientos se podrán fijar a precios de soja “vieja”, entre otras medidas.
A pocos kilómetros de Villa María, funciona la Estancia Yucat: un establecimiento agropecuario de más de 20 mil hectáreas que pertenece a la Orden de la Merced y es administrado por el fray Carlos Diez.
Esta conexión religiosa, sumada a un escenario macroeconómico difícil y el saldo negativo que dejó la sequía, llevó al sacerdote a tomar una medida solidaria: reducirle 20 por ciento el costo del arrendamiento a los productores que trabajan tierras allí, con la posibilidad de pagarlos a precios de soja “vieja”.
“Estamos transitando una situación bastante dificultosa este año para tomar decisiones y sobre todo para volver a recomponer los platos rotos. A nosotros, en la zona donde estamos, nos ha pegado muy fuerte la seca, y luego la inundación”, indicó Diez a Todoagro.
El padre reconoció que, al ser un campo “multifacético” –en el sentido de que además de granos se producen cerdos y leche caprina, entre otras actividades–, “algunas producciones han funcionado mejor que otras”.
Pero advirtió: “La pérdida de este año nos hipoteca, o se equilibra con la ganancia de dos o tres años. Es el tiempo que nos va a llevar restablecer los niveles de producción que hemos tenido”.
“El hecho de pasar de una economía un poco regulada a una economía de mercado produce estos altibajos, como por ejemplo en las importaciones, o lo que se prevé que pueda aumentar o mejorar la producción de carne por ventas a países no tradicionales”, evaluó Diez.
Acciones solidarias
Este panorama complicado es lo que, según Diez, los llevó a “apoyar a los productores”. El fray recordó al respecto que la Estancia Yucat tiene como política institucional no hacer arrendamiento de tierras, sino considerar a los colonos como familias productivas.
“Tenemos que participar de la ganancia pero también salir al cruce en los momentos de complejidad; en un año tan difícil, si nosotros exigimos que la gente pague con capital de trabajo, seguramente nos va a costar mucho más la recuperación y muchos de estos colonos quedarían fuera del mercado”, dijo.
Frente a este contexto, el sacerdote explicó las tres opciones que les ofrecieron a los colonos:
La primera: “Los quintales de soja que se tomaban en el último semestre al momento del pago, los hemos clavado al 28 de febrero, para que agarre la suba por escasez de soja”.
La segunda: “Aceptamos un subalquiler para maní por esta situación puntual y respetando los sistemas rotativos de la tierra”.
La tercera: “Un 20 por ciento de descuento aplicable a todo pago que se haga en un año calendario, a partir del 1° de mayo de este año. Esto es aplicable a pagos por atrasos, al día, o pagos a futuro; el que lo haga, recibe un 20 por ciento de bonificación”.
Alcance
En total, Yucat tiene unos 60 contratos de alquiler, pero en muchos casos, hay varias familias en cada uno.
En total, se alquilan 15 mil de las 20 mil hectáreas; las otras cinco mil, las administra el propio establecimiento.
Los cambios en el modelo productivo ocurridos en los últimos años, según Diez, los han llevado a repensar sobre qué actividades conviene hacer hincapié.
“Sometemos a una discusión del equipo conductor de la Estancia a ver si debemos ampliar el plantel de vacunos de carne y achicar el de agricultura. Por ejemplo, en cerdos hemos crecido y lo veníamos haciendo bien. Hay 250 madres en producción actualmente y tendemos a mejorar las instalaciones y tecnificación, pero no hay créditos acordes”, subrayó.
Además, Yucat tiene el tambo caprino más grande de Córdoba. “No es de alta tecnificación, pero respecto a sus pares, hay un gran avance. También estamos intentando llevar adelante este año a ordeñar ovejas; y en un sistema tipo cooperativo queremos producir quesos saborizados de oveja, cabra y vacuno. Creemos que es un producto que va a tener buena venta pero aún estamos trabajando en su salida comercial”, comentó Diez.
Fuente: Agrovoz