Elma Vega creó una cooperativa en la que fabrican muñecas. Se especializó en el rubro en el complejo 4 de Ezeiza, donde estuvo casi 3 años detenida. Su iniciativa fue elogiada por María Eugenia Vidal y recibió la visita de Mauricio Macri.
Del 26 de junio de 2013 hasta el 8 de marzo del 2016, la vecina de Barrio Churruca, Elma Vega, estuvo detenida en el complejo 4 de Ezeiza por una causa vinculada al narcotráfico. Lejos de bajar los brazos, la mujer de 53 años decidió aprovechar sus horas privadas de la libertad y participó en talleres de oficio relacionados con la costura.
En una muestra de lucha y superación, al salir de la penitenciaría, montó en su casa un taller de confección y armado de muñecas y, a través de una cooperativa, actualmente le da trabajo a más de 20 mujeres ex presas y vecinas de esa localidad del distrito de Tres de Febrero que se encontraban desempleadas.
“Estando detenida, yo ya tenía en mente armar algo con gente liberada. La vida cuesta un montón cuando ya tenés antecedentes penales y por eso quería armar un grupo de trabajo para poder salir adelante. Luego de recuperar mi libertad fui a trabajar de empleada a la cooperativa textil Hombres y mujeres libres, donde me contactan con gente para armar lo que yo quería hacer. Ahí arranqué y empecé a hablar con personas que habían pasado por la misma situación que yo, les propuse trabajar y aceptaron. Ese fue el comienzo de mi cooperativa”, contó Elma Vega al Suplemento El Noroeste.
En el marco del trabajo de su Cooperativa textil Volver a empezar, la pobladora de Churruca lanzó el proyecto Las Muñecas de Elma, en el que se dedica a confeccionar muñecas de tela rellenas con vellón siliconado, aprovechando el oficio que aprendió en el penal de Ezeiza, y enseñándoselo a sus empleadas.
Hoy, Elma tiene un microemprendimiento que le permitió crecer, independizarse y darle trabajo a mujeres desocupadas del barrio y personas que quieren reinsertarse en la sociedad.
Cómo se inició todo
“Cuando estaba presa -relató la costurera-, me metí en un taller de muñequería que había dentro del complejo. Yo sólo había agarrado una máquina de coser a los 18 años. Me ofrecí como trabajadora de ese taller porque me encantaban las cosas que hacían y fui aceptada. En el tiempo que me tocó estar en el taller me di cuenta que eso podía ser una salida laboral el día que recupere mi libertad. Me ocupé de aprender, de ver cómo eran los pasos para el armado de las muñecas. Cuando salí comencé con mi proyecto Las muñecas de Elma.
“Fui convocando gente, familiares de detenidos y los mismos liberados que hoy participan de la cooperativa. Les propuse poder trabajar a la par mío y empezar por el momento con el armado de muñecas, que era lo que sabíamos hacer. Después nos capacitamos, hicimos algunos cursos, y en noviembre, la cooperativa va a cumplir un año en actividad. Al principio fue duro, vendía una muñeca y de lo que ganaba, la mitad era para la comida y los gastos de mi casa, y con el resto, material para volver a fabricar. Pero yo sabía que eso iba a dar sus frutos”, agregó Vega.
La vecina de Barrio Churruca señaló luego que semanas atrás, recibió un llamado de la Subsecretaría de Derechos Humanos para solicitarle si podía confeccionarle una muñeca a la gobernadora de la provincia de Buenos Aires, María Eugenia Vidal. “Les dije que sí, pasaron a buscarla y ahí esto empezó a tener una gran repercusión, yo todavía no lo puedo creer, es algo mágico ya que es increíble lo que crecimos en un año”.
“Elma es una mujer condenada por mula, como tantas otras mujeres que son explotadas en su pobreza por el narcotráfico. Pero ella tenía un talento, sabía hacer muñecas y ahora se gana la vida haciendo lo que sabe. Gracias Elma por mostrarnos que aún en las peores situaciones uno no se da por vencido”, declaró en ese momento la gobernadora.Días después de ese reconocimiento, Vega fue visitada en su propia casa por el presidente Mauricio Macri.