La hoy Basílica se constituyó el 19 de septiembre de 1918 de la mano del obispo Boneo, quien dio el visto bueno a la constitución del espacio respondiendo al deseo de asegurar una mejor.
El próximo 19 de septiembre se celebrará el centenario de la creación de la parroquia de Guadalupe. Cabe recordar que la hoy Basílica y santuario de la Virgen de Guadalupe comenzó a forjar su historia al construirse en 1779 una primitiva capilla en medio del campo que fue declarada santuario en 1900.
En ese contexto –considerando que se consagró parroquia el 19 de septiembre de 1918 a pedido de los colonos de la zona, en la misma fecha que el obispo Boneo cumplía sus bodas de oro sacerdotales– los sacerdotes y laicos con gran devoción y entrega que han participado en la intensa vida de este centro espiritual y punto de referencia para toda la ciudad y la región, están preparando una serie de actividades.
La primera acción será este miércoles 12 de septiembre, a las 20.10, cuando se presentará el libro “Guadalupe, imágenes de la fe”, del presbístero Olidio José Panigo.
El viernes 21, a las 21, habrá un concierto sinfónico coral a cargo de la Orquesta Sinfónica Provincial de Santa Fe y el Coro Polifónico Provincial en la Basílica de Guadalupe; y el domingo 23, a las 19.30, habrá una misa de acción de gracias, presidida por el arzobispo Sergio Fenoy.
Según cuenta la historia, a mediados del siglo XVIII un sacerdote mercedario, Miguel Sánchez, encontró en su convento una lámina de la Virgen de Guadalupe y lo encuadró en un marco de madera tallada que le ofreció una mujer de pobre aspecto que justamente estaba vendiendo diversos elementos en la puerta.
Su labor no terminó allí, sino que la llevó al oratorio de la familia González Setúbal, ubicado en lo que actualmente es la esquina de Patricio Cullen y Regimiento 12 de Infantería, dando así origen a la veneración a Nuestra Señora de Guadalupe en Santa Fe.
Lo de la construcción de la capilla surgió también gracias a protagonistas como Francisco Javier de la Rosa, apodado el “ermitaño”, quien fue el encargado de comenzar a construir una nueva capilla dedicada a la Virgen de Guadalupe el 4 de octubre de 1779, la cual se terminó al año siguiente (el edificio medía 14,70 metros de largo por seis metros de ancho).
El ermitaño murió a fines del siglo XVIII, pero la devoción santafesina no decayó sino que creció a lo largo de todo el siglo XIX convirtiéndose en una manifestación importante de piedad popular. Esta devoción fue descubierta y valorada por el primer obispo de Santa Fe, Juan de la Diócesis de Santa Fe. En estas circunstancias se convocó a la primera peregrinación oficial que se llevó a cabo el 14 de octubre de 1900, aunque desde mucho antes se venían realizando peregrinaciones.
De acuerdo a lo detallado en el libro “100 años, Centenario de la parroquia de Guadalupe”, el actual santuario comenzó a construirse en 1904 y se inauguró en 1910. Y a pedido de los colonos de la zona, Boneo creó la parroquia de Nuestra Señora de Guadalupe el 19 de septiembre de 1918. La fecha elegida era muy especial para la vida del obispo ya que ese día cumplía sus bodas de oro sacerdotales.
La creación de la parroquia de Guadalupe –se detalla– respondió al deseo de asegurar una mejor atención sacramental a los fieles que vivían en la zona, especialmente a los enfermos.
Cabe destacar además que debido a la gran veneración por parte del pueblo fiel, el papa Pío XI concedió la coronación pontificia a la imagen de la Virgen de Guadalupe. La celebración de tan importante acontecimiento se realizó en la peregrinación del 22 de abril de 1928. La parroquia de Guadalupe también es Santuario y Basílica.
El primero que mencionó a la capilla como santuario fue el presbístero José de Amenábar cuando en 1822 suplicó la colaboración de los fieles para poder realizar su reparación. Más allá de esta mención, se considera que comenzó a ser santuario el 28 de febrero de 1900 cuando Boneo estableció que la capilla pase a depender de la diócesis, teniendo en cuenta que había sido construida como limosna de los fieles y que muchos acudían con frecuencia al lugar dando gracias por los favores recibidos.
Basílica, por último, es una distinción que se concede a algunos templos debido a la importancia espiritual que revisten, puesta de manifiesto por la afluencia multitudinaria de fieles para venerar alguna imagen famosa e histórica. A Guadalupe ese título se lo concedió el papa Pío XII en el año 1954, a pedido del cardenal Fasolino, en ese momento arzobispo de Santa Fe.
Este año la comunidad de Guadalupe celebra y agradece los 90 años de la coronación pontificia de la imagen de la virgen y 100 de la creación de la parroquia.
