Para ambos la pena es de ejecución condicional porque no se alcanzó a consumar el abuso. Pero en polémica decisión, el fiscal dejó de lado otros abusos imputados para cerrar el acuerdo.
Estela Maris Galarza y Julio Vidal Silva, son los condenados. Ambos con domicilio en la Ciudad de Romang.
Julio Vidal Silva, a quien el fiscal definió como “el cliente”, quien sabía que estaba por tener sexo con una menor, fue condenado a la pena de seis meses de prisión de ejecución condicional por tentativa de abuso sexual.
Estela Maris Galarza, madre de la menor, fue condenada a la pena de tres años de prisón de cumplimiento condicional por tentativa de promoción de la prostitución.
Estela tenía imputados otros dos hechos aún más graves por corrupción de sus hijas menores, pero el fiscal decidió dejar de lado esa persecución para cerrar el caso mediante un procedimiento abreviado, admitiéndo que “no se si será lo más satisfactorio o adecuado, pero fue lo que se podía hacer dentro de los términos que la ley nos marca, considerando el abandono en que esta familia quedó por parte de la Subsecretaría de la Niñez y Familia, especialmente las menores, que si bien habían sido alojadas con familias sustitutas, terminaron siempre escapándose y las familias sin poder atenderlas porque no recibieron del Estado la suficiente asistencia, que no es solo una vez cada tanto que vaya alguien a visitarlos, si no hay asistencia psicológica y profesional constante para las menores y los padres, que no es fácil mantener relación con chicos con esta particular características personales”.
A cuatro años del suceso, ahora se llegó a la condena mediante procedimiento abreviado, lo que evitó el juicio. Lo acordaron los imputados con el asesoramiento de los defensores públicos Fabiana Pierini y José Luis Estévez y el fiscal Aldo Gerosa. El juez Gonzalo Basualdo lo convalidó en una audiencia realizada en los tribunales de Reconquista el 07 de septiembre de 2018.
Para el fiscal, tiene que ver con la marginación y la pobreza
La mujer condenada quiso obtener dinero entregando a su hija para que sea abusada sexualmente por un cliente, explicó el fiscal, quien luego hizo una interpretación sobre por qué pasan estas cosas: “Lamentablemente la realidad que todavía se observa en nuestra Patria producto de la marginación, la pobreza y la falta de una educación eficiente”.
Este hecho ocurrió en el año 2014 y el fiscal reconoció que al ser “uno de los primeros que tuvimos en el nuevo sistema, marca también un poco las falencias que se tuvieron en el inicio, la falta de equipo de profesionales, de jueces, fiscales, defensores y llegó a la etapa para juicio y en esa ocasión se logró una solución alternativa, un acuerdo entre las partes para dar conclusión al legajo”.
Para cerrar el caso, entonces, el fiscal aceptó y el juez convalidó que Estela Maris Galarza sea sobreseída sin ir a juicio en el marco de otros dos hechos de abusos sexuales contra sus hijas, donde quien aparecía como autor era su ex pareja, quien falleció; y ella estaba imputada como partícipe del delito y de la promoción y corrupción de las menores.
Producto de la desatención del Estado, las menores volvieron a vivir con su madre, contó el fiscal.