¿Quién no volcó el café o el vaso de gaseosa sobre la computadora? Tranquilos, todo –o al menos casi todo- tiene solución
Vamos a sincerarnos: quién no llegó a su escritorio con una taza de café o una vaso de gaseosa para tomar mientras cierran ese proyecto en el que están trabajando o disfrutar de un videojuego. Pero un error inconsciente de cálculo –o movimiento brusco tras perder una vida o recibir un gol tonto- hace que el contenido del recipiente se vuelque y se esparza por el teclado de la notebook generando un gran caos.
Para este mal momento, pero que es más común de lo que se cree, la compañía Banghó compartió una serie de consejos con medidas efectivas y sencillas para evitar el dolor de cabeza de semejante situación.
Cabe destacar que siempre se debe tener en cuenta la cantidad de contenido derramado, aunque como aliciente, las notebooks logran sobrevivir, sobre todo si cuentan con protección para estas eventualidades.
Ante todo, debemos saber que los líquidos al secarse suelen dejar sedimentos riesgosos para el buen funcionamiento del equipo. Por eso, el usuario debe ser consciente de la sustancia que se encuentra entre los recovecos del teclado.
El agua y las infusiones son las más inofensivas, especialmente si son en pequeñas cantidades. En el extremo opuesto, se encuentran las bebidas que contienen azúcar y/o leche puesto que, al secarse, dejarán residuos que sólo podrán ser limpiados por personal especializado.
La acción más rápida que se debe tomar ante un derrame, es quitarle el suministro eléctrico, parece una obviedad pero muchas personas por reflejo tienden a centrar su atención en otro aspecto.
Si está conectado a la red eléctrica, desenchufarlo y quitarle la batería lo antes posible. Si la batería se encuentra sellada en el interior del gabinete, apagar el dispositivo presionando el botón de encendido durante un tiempo prolongado. Esta acción mitigará posibles daños en los circuitos eléctricos.
El segundo paso es colocar el equipo boca abajo para evitar que el líquido derramado llegue a la placa madre y combinarlo con movimientos suaves de lado a lado para aumentar la efectividad.
Cuando finalice el goteo, utilizar un paño de tela suave -en lo posible que no deje pelusa- para que absorba el líquido excedente. No presionar mucho las teclas para que no encuentre nuevos lugares donde filtrarse. Utilizar un secador de pelo en la temperatura más baja y secar cuidadosamente el teclado.
Nunca aplicar aire caliente, porque puede derretir ciertos complementos esenciales.
La humedad deberá secarse únicamente a temperatura ambiente, por lo cual, una vez que todos los pasos anteriores fueron realizados, colocar la notebook boca abajo y dejar reposar durante 24 horas. Cuando se perciba que el equipo esté seco, volver a conectar todos los componentes desmontables y encender. Si esto ocurre de manera normal, asegurarse de que todo funcione correctamente.