El pibe, de buen partido pese a la goleada que Lanús sufrió ante River, no pudo contener las lágrimas en el banco de suplentes.
El futbolista olavarriense volvió a mostrar su talento con solo 17 años. Pese a que su equipo perdio 5 a 1 con River y era insultado por la hinchada Granate, Pepo fue ovacionado y sus lagrimas en el banco de suplentes recorrieron el país.