El lonko Facundo Jones Huala fue extraditado este martes a Chile donde será juzgado en Valdivia por el incendio de una propiedad en un campo cercano a esa ciudad en 2013. El referente indígena fue trasladado con un helicóptero de la Policía Federal Argentina alrededor de las 17,30 horas desde la Unidad 14 de Esquel al aeropuerto local donde los esperaba un avión Jet de la misma fuerza.
Huala irá a Santiago de Chile. En la capital trasandina pasará la noche del martes muy probablemente en un espacio de máxima seguridad de instalaciones de la Policía de Investigaciones de Chile (PDI). El miércoles muy temprano seguirá rumbo a Valdivia donde lo esperan funcionarios de la fiscalía de la Región de los Lagos, miembros de la PDI y agentes de Carabineros de Chile fuertemente armados.
Sergio Fuentes, pedirá de inmediato la prisión preventiva para Jones Huala en los Tribunales locales tomando en cuenta el alto nivel de posibilidades de que se fugue como ya hizo en 2013. En ese momento, el lonko gozaba de prisión domiciliaria en una casa de Valdivia.
En este estado deberá aguardar al procedimiento judicial que podría demorar entre uno y tres meses. Durante este plazo la fiscalía reunirá y analizará todo el material probatorio que hay en contra de Jones Huala. De acuerdo a lo que ha trascendido en los últimas horas, el fiscal Sergio Fuentes, tendría testigos que ubican al lonko en el lugar del incendio.
Después de transcurrida esta etapa del proceso llegará el momento del juicio. De resultar culpable, Jones Huala podría recibir una condena de 8 años de reclusión por incendiar una propiedad y haber sido encontrado en posesión de un arma de fabricación artesanal. Este último hecho ha quedado probado, dejaron trascender fuentes chilenas.
El procedimiento de traslado se desarrolló en medio de un total hermetismo y por sorpresa para evitar conflictos con los militantes mapuches radicalizados que son leales al lonko. El avión llegó al mediodía sin avisos oficiales de ningún tipo. Había temor de que miembros de la RAM fueran hasta el aeropuerto para atacar la aeronave, indicaron voces locales. A Jones Huala se lo observó todo el tiempo esposado, usando un chaleco antibalas y un casco.
El 10 de enero de 2013 un grupo de desconocidos se introdujo en el fundo Pisu Pisue e incendió una propiedad. Ataron a los ocupantes, les sacaron lo celulares y los amedrentaron. Participaron seis personas. En noviembre de 2014 cuatro de los acusados –Tito Cuñulef, Alex Bahamondes, Fenni Delgado Ahumada y Cristian García Quintul– fueron sobreseídos, a excepción de la Machi Millaray Huichalaf y del propio Jones Huala que se fugó, cruzando ilegalmente hacia la Argentina, y no acudió al llamado de los jueces chilenos.
El 27 de junio de 2017 el lonko fue detenido cerca de El Bolsón por orden del juez federal Gustavo Villanueva. Desde entonces su defensora Sonia Ivanoff ha presentado distintos recursos para liberar a Jones Huala o impedir que se lo juzgue del otro lado de la Cordillera. Ante la Corte Suprema Ivanoff aseguró que el referente indígena corría el riesgo de ser discriminado y agredido en Chile por su condición de mapuche. Al tiempo que aseguró que se trataba de una persona perseguida por su lucha política de reivindicación del pueblo mapuche.
Los jueces del Superior Tribunal, Ricardo Lorenzetti, Elena Highton de Nolasco y Juan Carlos Maqueda, desestimaron los argumentos e indicaron que no encontraban una vinculación entre la supuesta actividad política del lonko y el incendio de propiedades y la agresión de personas. Y avalaron la extradición.
Fuentes oficiales aseguraron que el traslado fue dispuesto por el propio Mauricio Macri. Fue una operación secreta coordinada por el ministerio de Seguridad de Patricia Bullrich y el jefe de a Policía Federal Néstor Roncaglia. Al lonko lo acompañaban 4 agentes en el avión.
El 5 de septiembre pasado el Comité de Derechos Humanos de la ONU le pidió al gobierno de Macri que suspenda la extradición para analizar el caso. El gobierno dejó que el trámite judicial continuara su curso.