Fue el cuarto mes consecutivo de caída en lo que va del año, con una proyección negativa para lo que queda del 2018.
En julio de 2018, la actividad económica cayó un 2,7% respecto del mismo mes del año pasado, según el Estimador Mensual de Actividad Económica (EMAE) del Indec. El organismo estadístico también consignó una suba de 1,4% respecto de junio.
La combinación, que a primera vista parece conflictiva, en realidad se explica por dos razones: la baja base de comparación que dejó junio, cuando se registró una caída del 6,7% interanual y la marginal estabilidad cambiaria que se experimentó en julio, mes en el cual el dólar terminó bajando un 5%, una anomalía cuando se considera la devaluación acumulada en lo que va del año.
El factor sequía continua encabezando la desaceleración económica, con el rubroagroganadero que cayó un 10% respecto del año pasado. Pero también se destacó elempeoramiento del consumo privado frente a la escalada de la inflación, con una caída del 6,4 por ciento.