La economía cayó 4,2% interanual en el segundo trimestre del año, informó el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec). La actividad retrocedió 4 por ciento respecto del trimestre previo y terminó el primer semestre con un retroceso de 0,5 puntos porcentuales entre enero y junio.
El retroceso de la actividad estuvo fuertemente vinculado a la sequía de comienzos de año, que pegó en la cosecha gruesa de soja y en otros rubros agropecuarios. El sector de Agricultura y ganadería cayó 31,6% interanual.
La industria manufacturera cayó 1,8% y el comercio mayorista y minorista retrocedió 1,6 por ciento, ambos empujados por la corrida cambiaria que se desató hacia fines de abril y la suba de la inflación. La actividad en restaurantes y hoteles también cayó: 0,4 por ciento.
Del otro lado, la construcción mostró en el segundo semestre un crecimiento del 5,5%, con una desaceleración de los niveles previos pero todavía en terreno positivo. Y la explotación de minas y canteras avanzó 4,5%. El sector electricidad, gas y agua creció 2 por ciento.
La intermediación financiera trepó 8,7% en el segundo trimestre, mientras que la actividad en inmobiliarias subió 3,8%, todavía al ritmo de los créditos hipotecarios UVA en niveles récord.
El Gobierno espera que la caída de la actividad económica se profundice durante el tercer y cuarto trimestre, por efecto de la corrida cambiaria. El proyecto de Ley de Presupuesto 2019 consignó una caída en la actividad esperada del 2,4 por ciento anual.
La perspectiva oficial es que la actividad comience a recuperarse a partir de abril del año próximo, cuando comience a liquidarse la nueva cosecha de soja. Aunque la oleaginosa está en precios mínimos en diez años (debajo de los u$s300 por tonelada), la devaluación favorecería a las exportaciones agrícolas.