Transformar en autovía la ruta 36, de Córdoba a Río Cuarto, fue su eterno desafío político.
Hay quienes recuerdan al ex gobernador de Córdoba, José Manuel De la Sota, con una idea fija e importante: la ampliación de la añeja ruta 36, entre Córdoba – Río Cuarto, para convertirla en autovía.
Esos cuatro carriles fueron más que un desafío personal, una obsesión. Consideraba ese tramo como “inseguro” para viajar en la vieja traza de mano y contramano y incansablemente sostuvo la necesidad de realizar obras urgentes.
Como una ironía cruel del destino fue en esa misma vía donde De la Sota encontró anoche su trampa mortal.
La obra en esa ruta por la que obsesionó lo identificó tanto con sus campañas y reclamos públicos que en cada tramo habilitado a la postre, un cartel con la sonrisa de De La Sota aparecía.
En diciembre pasado, según La Voz del Interior, el ex candidato a Presidente había reclamado en twitter en diciembre pasado que las autoridades de Vialidad provincial elevaran el límite de velocidad de la autovía de los 110km/h vigentes, a 130km/h.
Además, consideraba que los indicadores con máximas de 40 y 60km/h que aparecían en varios lugares y eran “absurdos, porque nadie los respeta”.