Fernando Haddad lo visitará este lunes en Curitiba. La justicia electoral vetó el sábado como candidato al ex presidente, preso por corrupción.
El futuro de Fernando Haddad, que integra la fórmula presidencial del PT con el ex presidente Lula da Silva y de su alianza “Brasil feliz de nuevo”, mereció este domingo tantas opiniones divergentes como comentaristas políticos escriben en los medios de difusión brasileños. Para unos, esa coalición de izquierda mostrará, ahora, su vena pragmática. Convertirá al profesor universitario y ex ministro de Educación como el auténtico postulante a conducir los destinos de Brasil. Y en esa carrera deberá acompañarlo la joven Manuel D’Avila. Para otros, sin embargo, tanto el PT como la cúpula aliancista deberá continuar en la pelea por “Lula Libre” y “Lula Presidente”. El resultado podrá dirimirse este lunes: después de una reunión con Lula, Haddad y la dirección partidaria deberán anunciar los próximos pasos.
En declaraciones a la prensa, este domingo desde Alagoas, el propio Haddad se mostró ambiguo: “Vamos a analizar la situación jurídica con Lula y discutiremos qué hacer en los próximos diez días de plazo”, declaró. Ese es el tiempo con el que cuenta la coalición para posicionar al reemplazante del ex mandatario para los comicios presidenciales del 7 de octubre. Así lo estableció el Tribunal Superior Electoral el sábado por la madrugada cuando decidió rechazar la postulación del líder político, preso en Curitiba en una causa por corrupción.
De hecho no es fácil de prever la resolución final de los petistas y sus aliados. Un sector de analistas cree que la táctica será “prolongar al máximo la farsa de la candidatura de Lula” y mantener en la nube informativa al vice Fernando;de cualquier manera, es preciso señalar que éste no se quedó en el limbo. Muy por el contrario, está en la etapa de hacer actos a lo alto y ancho de todo el país.
De acuerdo con la columnista del diario Estado de Sao Paulo Vera Magalhaes, la figura de Haddad debe mantenerse como si fuera el “vice” mientras la defensa del ex presidente apela la sentencia del tribunal electoral que dejó al ex jefe de Estado fuera de carrera. El trámite tendrá lugar en la Corte Suprema, que tomará la decisión en última instancia.
Desde otro enfoque, el columnista de O Globo, Bernardo Mello Campo, sostiene que el PT “todavía hará barullo” pero advierte que “no parece dispuesto a cometer suicidio electoral”. Concluye: “El nombramiento de Haddad debe ser oficializado los próximos días, luego de esta consulta con Lula en Curitiba”.
Por último, están aquellos que juzgan “arriesgado” semejante plan. Sugieren que de permanecer por varios días la figura de Lula por encima de la de Haddad, pondrá entre paréntesis las chances del ex intendente de prosperar en la disputa electoral. Para el abogado y politicólogo Murillo de Aragao, “desde el principio la propuesta del PT fue extender al máximo la agonía de Lula. Esperaban que ocurriera un milagro: que el drama fortalezca la campaña de Haddad. Hasta ahora, no funcionó”. En su visión, si Haddad no aparece ya como el presidenciable, la capacidad de transferencia de los votos lulistas al actual vice de la fórmula “será muy pequeña”.
La tesis se empareja con las declaraciones de Fernado Henrique Cardoso. El ex presidente y sociólogo dio por hecho que el ultraderechista Jair Bolsonaro estará en la segunda vuelta, el 28 de octubre. Y que lo que resta dirimir si su competidor será del PT o del PSDB (la socialdemocracia, que lleva al ex gobernador de San Pablo como su presidenciable. Es probable que Geraldo Alckmin, el político en cuestión, comience a girar en su pelea y mirar más hacia el electorado indefinido o inclusive aquel que apostaba en Lula.
En una reunión con sus partidarios en San Bernardo do Campo, Alckmin criticó al PT. Dijo que los petistas “como se ve en la TV, están engañando a la gente. Y es vergonzoso. Están escondiendo al verdadero candidato”. El socialdemócrata se interrogó: “¿Por qué no se habla la verdad? Buscan victimizar a aquel que fue condenado y esconden a quienes efectivamente va a disputar la elección”.
Entre quienes también critican al PT y sus aliados está Ciro Gomes, quien aspira a llegar al Palacio del Planalto en octubre. Con un perfil centro izquierdista, por proceder del Partido Democrático Laborista (PDT), en el entorno de Ciro dicen que él “se tornará una alternativa segura para el elector” frente a tanta incertidumbre de los petistas.