Andrés Gerardo Lamboy, el empresario y abogado de 45 años baleado el martes frente al campo de deportes del colegio San Bartolomé en la zona oeste de Rosario, sigue internado con pronóstico reservado pero ya sin respirador y con signos de mejoría de las graves heridas que sufrió en piernas y torso.
El rasgo distintivo de la investigación del caso es el hermetismo, la cautela con la que se ponderan datos y se deciden medidas sigilosas para echar luz sobre las motivaciones y autores del voraz ataque mafioso con 20 disparos efectuados con una pistola automática.
De las pocas novedades que trascendieron de la investigación se supo que el dueño de la camioneta de alta gama que manejaba la víctima al momento de ser atacada se presentó en sede de Fiscalía y confirmó que se la había cedido como parte de un negocio inmobiliario, pero que faltaba formalizar la transferencia.