Mientras el cuerpo esperaba el examen médico, el guardia de seguridad escuchó ruidos saliendo de la cámara frigorífica.
Ocurrió en la ciudad polaca de Siemianowice Slaskie, en donde una noche un transeúnte vio a un hombre inconsciente en la calle. Llamó la ambulancia, pero cuando llegaron los paramédicos ya era tarde, informa el sitio Patrztu.
Quien yacía en la calle era Krzysztof Nowak, de 31 años, y había muerto por una sobredosis de alcohol, ingerido en una fiesta cercana al lugar donde fue hallado. Tras intentar revivirlo sin éxito, los médicos lo trasladaron a la morgue. Allí, mientras el cuerpo esperaba el examen médico, el guardia de seguridad escuchó ruidos y gemidos saliendo de la cámara frigorífica.
El hombre se acercó y sacó el cajón. Adentro estaba Nowak, temblando de frío y pidiendo una manta. De inmediato dio aviso a la Policía, que luego de tomar su testimonio, dejó a Nowak bajo el cuidado de los médicos.
Pero él no quiso escuchar las recomendaciones de los especialistas, que le pedían que se quede en observación. Nowak agarró sus cosas y se pidió un taxi para ir a su casa. Sin embargo, a mitad de camino, se arrepintió y le pidió al taxista que lo lleve a la fiesta en donde había estado esa misma noche.
Luego de que los medios contaran esta noticia, el caso llegó a la justicia y el médico que lo decretó muerto está esperando a ser interrogado.