El ex representante de la joven, Jorge Zonzini, aseguró que las autoridades de la UCU no la dejarían rendir por queja de los otros alumnos.
A poco de cumplir sus 20 años, Nahir Galarza, la joven entrerriana condenada a prisión perpetua por matar a tiros a su novio Fernando Pastorizzo, estalló de furia en prisión por las trabas que le impiden rendir las últimas dos materias del segundo año de abogacía.
Nahir pasa sus horas dentro de la Comisaría de la Menor y la Mujer de Gualeguaychú leyendo los textos de Historia Constitucional y Derecho Civil, las materias que le restan aprobar para cursar el tercer año de esa carrera.
Jorge Zonzini, ex representante de la familia Galarza, denunció un eventual impedimento de las autoridades de Universidad de Concepción del Uruguay (UCU) para que la joven condenada pueda rendir por la “persistente presión social” de los compañeros de Nahir.
“Habían informado tanto al entorno de Nahir como a los medios que por sus derechos humanos y constitucionales podría rendir tanto en la sede como en su celda a través de la llegada de los docentes a la Comisaria”, destacó Zonzini. Según el representante, el motivo de la queja fue que la detenida no había asistido a las clases cumpliendo con el 75% de asistencias reglamentarias.
En contrapartida, desde la UCU aclararon que están a la espera de una autorización judicial que ordene el traslado de Galarza a la universidad o el permiso para que un docente visite la celda. Actualmente, la institución afirmó que no hay ningún impedimento para que la condenada continúe sus estudios, confirma el diario entrerriano el diario El Día.