Lo que en un momento resultaba sorpresivo, como era la importación de poroto de soja estadounidense, hoy pasa a segundo plano considerando que Argentina no sólo compra grano, sino que el volumen es mayor al de China, quien supo ser su principal cliente.
Según el último informe del servicio agrícola extranjero del Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA) del 4 de octubre pasado, Argentina supera al gigante asiático como importador de grano de soja de Estados Unidos, en la campaña agrícola 2018/19.
Hasta ese momento, Argentina tiene comprometidas 1.100.000 toneladas de poroto de soja, y China, tiene sólo 1.000.000 de toneladas. En este sentido, cabe resaltar que un año atrás, las compras del país asiático se multiplicaban por ocho, mientras que Argentina marcaba cero. ¿Qué ocurrió?
Para conocer las causas y posibles consecuencias de este escenario “temporario”, Infobae consultó a Dante Romano de FyO, y a Celina Mesquida, corredora de granos de RJO’brien, quienes coincidieron en que hay principalmente dos razones.
La principal es la mala producción de soja: “Este año, Argentina con una producción muy mala de poroto de soja, para poder llegar a niveles de molienda más razonables, los industriales tuvieron que importar de distintos países cantidades de poroto de soja mucho mayor a lo habitual”, comentó Dante Romano.
En este sentido, Celina Mesquida agregó que Argentina tiene una capacidad de molienda efectiva de 55 millones de toneladas, y al haber una producción de soja menor debido a la sequía, las fábricas iban a tener menor soja disponible. Según comentó el analista, primero compraron mucho a Paraguay, pero también hubo negocios sobre Estados Unidos que lo calificó como “muy poco habitual”.
Guerra de poder
La otra razón que mencionaron los especialistas es la famosa guerra comercial entre Estados Unidos y China. Sobre este tema, Dante Romano argumentó: “El año pasado a esta altura, China ya llevaba comprometidas 8 millones de toneladas de poroto de soja estadounidense y este año, tiene 1 millón, nada más“.
De acuerdo a lo informado por Mesquida, China es el principal comprador de poroto de soja del mundo, importa el 60% del grano de soja que se comercializa, y Estados Unidos le exportaba un 35% de esa proporción
Actualmente, el poco volumen comprado por parte del gigante asiático tiene que ver con la guerra comercial, y esto impactó en los precios de la soja en Chicago, que al haber menos demanda, se desplomaron. Al respecto, la corredora de granos añadió: “China hizo que baje tanto el precio Golfo para ser competitivo que no le está comprando nada a Estados Unidos, pero está haciendo que el resto del mundo compre soja muy barata, hasta incluso Argentina compra poroto de soja en Estados Unidos para molerla, ya que le resulta más barato comprar soja estadounidense, bajarla hasta Argentina, descargarla y ponerla en una fábrica para moler y vender harina y aceite, que comprar el poroto de soja del farmer argentino”.
En este sentido, Romano resaltó: “Como China no está comprando tanto hacia Estados Unidos y si hacia Sudamérica, los precios en Estados Unidos bajaron mucho con respecto a lo habitual, es de casi USD 70 menos, el diferencial entre los dos mercados, y eso ayudó a que Argentina esté comprando soja norteamericana”.
No obstante, Mesquida aclaró que Argentina podría llegar a comprar 2 millones de toneladas, más que eso no se va a poder importar de Estados Unidos y argumentó: “Porque Sudamérica está generando mucha logística, el petróleo sube y encarece los fletes, por lo cual entonces no a ser tan beneficioso seguir haciendo eso a lo largo del año”.
Poroto vs valor agregado
Si bien Argentina se destaca por ser principal exportador de aceite y harina de soja, es decir, subproductos de la soja con valor agregado, todos los años habitualmente se exportan 8 millones de toneladas de poroto de soja.
No obstante, Romano expresó: “Lo que viene pasando en los últimos años es que se importa algo de poroto de soja desde Paraguay porque Argentina tiene una capacidad instalada muy grande y eso hace que la industria trate de incrementar los volúmenes que muele trayendo mercadería de otros países con régimen de admisión temporaria”.
A su vez, subrayó que: “El poroto de soja de Argentina está perdiendo contenido de proteína, entonces, cuando se procesa el grano y se convierte en harina, resulta una harina de contenido proteico bajo y para levantarlo se trae poroto de soja de Paraguay que tiene mayor contenido de proteína”.
Romano calificó este volumen poco habitual de importación de poroto de soja como “malo”, y argumentó que “es un coletazo de la mala campaña que tuvimos, no es algo estructural, sino muy puntual de este año”. En relación a los efectos de la guerra comercial, consideró que es posible que China termine comprando mucha más cantidad de poroto de soja a la Argentina.
“Hay quienes hablan de 15 millones de toneladas, el doble de lo que Argentina normalmente vende. Esto haría que las industrias para poder mantener su nivel de molienda terminen importando más cantidad de grano de soja de otros países, y eso sería negativo, porque estaríamos exportando cada vez más materia prima y no tanto producto con valor agregado”.
En la misma línea, Mesquida sutilmente invitó a la reflexión: “Esta guerra comercial hizo bajar el precio de los futuros en general en todos lados, antes Argentina podía vender soja a un mejor precio”, y agregó: “¿Qué le conviene al país: vender un producto procesado con agregado valor o soja a granel a quien la necesite?”