Son banqueros y empresarios. Se destaca el Ceo de un banco. El anuncio se anticipó a su rival que está atrapado en negociaciones con otros partidos.
“Esta elección no es de propuestas. ¿Más propuestas de las que hizo Alckmin, de las que hicieron Ciro Gomes y Marina? ¿Y en qué terminó?”. La reflexión es de Onyx Lorenzoni, futuro ministro coordinador del gabinete de Jair Bolsonaro si es que este candidato se alza con la presidencia el próximo 28 de octubre. Todavía falta para que los electores decidan, o no, consagrar al ex capitán como su próximo presidente. Pero este martes el círculo próximo al diputado derechista decidió poner en la mesa los nombres de quiénes integrarían su gobierno. Fue una acción bien calculada, que permite enterrar la imagen de Bolsonaro como un improvisado y sin equipo.
El primero en ser confirmado, hasta por el propio candidato, es el hombre de “confianza de los mercados financieros”. Se trata de Paulo Guedes, doctorado en la Universidad de Chicago y titular del fondo Bozano Investment. De él afirman que al ingresar en la institución universitaria norteamericana todavía conservaba un ideario keynesiano; pero al salir, ya era un “neoliberal” íntegro. Lo cierto es que Guedes no esperó que pase la segunda vuelta para dejar trascender quiénes serán sus colaboradores más cercanos. La lista indica su orientación: irá a convocar personas del sector privado, quienes deberán ocupar los lugares claves en el control de la economía.
De acuerdo con el diario Folha de Sao Paulo, uno de los sondeados es el Ceo del Bank of America para América Latina: Alexandre Bettamio. También fue explorada la participación de Joao Cox, presidente del directorio de TIM (comunicaciones) y de Sergio Eraldo Salles Pinto, de Bonzano Inversiones (es un colaborador íntimo de Guedes en este fondo). A Bettamio, del BoA, lo destinarían a la conducción estratégica del Banco Central. Otro invitado, según trascendió, sería Roberto de Oliveira Campos Neto. En su haber tiene el pasado de su propio abuelo: Roberto Campos, un economista muy celebrado en los años 80 e incluso los 90.
Pero el nieto también se destaca por su desempeño como ejecutivo del Santander y director de la offshore Peacock Asset Ltd, que abrió en febrero de 2010. De acuerdo con Campos, esa empresa fue creada para realizar inversiones; no tiene que ver con la institución bancaria española y fue declarada al fisco. Este economista iría a la conducción del Banco Central.
Entre los miembros del think tank bolsonarista han evaluado unir en una única cartera, un ministerio de Economía, lo que hoy se denomina Hacienda más el de Planificación. Lo que no se sabe, en tanto, es si esa nueva entidad ministerial sumaría también a la industria y el comercio exterior. De ser así, habría una concentración de poder en las manos de Guedes y sus potenciales colaboradores, que están dispuestos a ceder sus excelentes empleos privados a cambio de llevar adelante “la experiencia” liberal. Claro que a cambio piden una condición: que no haya ninguna clase de injerencia del sector político en sus funciones.
No termina ahí la lista de los privados. También se menciona a Maria Silvia Bastos Marques, presidenta ejecutiva de Goldman Sachs en Brasil. Habría también un experto para el área de minería. Se trataría de Fabio Abraao, un carioca que gestiona un fondo de inversión para infraestructura: Infra Partners infraestrutura.
Bolsonaro, como ex oficial del Ejército, le debe favores a los generales que se aprestaron a darle apoyo a su candidatura presidencial. De allí que algunos ministerios clave podrían ser ocupados por antiguos colegas de esa fuerza. A ellos les reservaría infraestructura, educación y ciencia y tecnología; además de las carteras más que obvias vinculadas con la seguridad. Para comandar Transportes, el aspirante a la presidencia de Brasil piensa nombrar al general Oswaldo Ferreira (de cuatro estrellas), uno de los más activos en dar soporte a la elaboración de un plan de gobierno.
Estarían bajo su órbita los proyectos de construcción de carreteras y otros emprendimientos, hoy paralizados. Otros dos uniformados ya fueron prácticamente designados: el general Augusto Heleno a quien el propio Bolsonaro lo designó como su futuro ministro de Defensa. Para el área de Ciencia y Tecnología, el ex militar tiene pensado imponer a Marcos Pontes. Se trata del primer y único brasileño que fue al espacio.
Para el ministerio de Justicia, Bolsonaro quería nombrar a Gustavo Bebianno, el actual presidente del Partido Social Liberal que de la nada pasó de tener apenas un diputado a los 52 elegidos el domingo. Entre estos legisladores se destaca el actor Alexandre Frota, quien actuó en el pasado en filmes pornográficos. Una especie de Cicciolina del siglo XXI. Tiene 54 años y una causa que le podría impedir asumir la banca: su hijo lo procesó por adeudarle la pensión que había dispuesto la justicia.
Como es posible observar, no todos los que rodean al diputado de la derecha son personas aptas para ejercer funciones de gobierno. Claro que a su favor media la dificultad que tuvo para llegar a este punto en el que está ubicado: partió casi en soledad y consiguió “alquilar” –al decir del Folha— un partido: el Social Liberal que lo aceptó como cabeza de fórmula. A pesar de los personajes oscuros que lo rodean, de aquí hasta el 28 de octubre Bolsonaro insistirá en su bordón: el anti petismo dominará su discurso. “No vamos a cambiar el tono” dijo Onyx, su eventual jefe de gabinete. “La mayoría de la población no quiere la vuelta del PT”, sentenció.