Los primeros calores están dando una tregua a quienes aún están en pleno plan de “puesta a punto” corporal de cara al verano.
La mala noticia es que por más empeño que se le ponga a la actividad física y estricto que se sea con la alimentación, hay zonas del cuerpo que los especialistas en medicina estética llaman “difíciles” y son aquellas que cuesta poner en forma, pese a todos los esfuerzos.
La cara interna de los brazos y las piernas, la zona de las rodillas, el pliegue subglúteo (por debajo de la línea del glúteo), los muslos (o “pantalón de montar”) y el abdomen son el talón de Aquiles que todos quieren combatir.
Existen zonas del cuerpo en las que la adiposidad localizada y la flacidez difícilmente se eliminen con dieta y actividad física
“Existen zonas que difícilmente se eliminen con dieta y actividad física; son aquellas en la cuales se desarrollan acúmulos de grasa localizada, que sólo se eliminan o reducen con tratamientos no invasivos”, explicó a Infobae el médico dermatólogo Christian Sánchez Saizar.
Junto con la adiposidad localizada, la flacidez es otro de los flagelos que presentan resistencia a los métodos tradicionales de ponerse en forma.
Adiós a ese rollito rebelde en seis sesiones
“Uno de los tratamientos más novedosos para terminar con la adiposidad localizada es enCurve, un nuevo sistema de radiofrecuencia que utiliza una frecuencia específica que produce un calentamiento de los adipocitos del tejido adiposo y provoca la desnaturalización de estas células, induciendo su destrucción”, explicó Sánchez Saizar, quien detalló que el tratamiento consta de seis sesiones de 45 minutos cada una, “con resultados visibles a partir de la cuarta”.
Sobre la posibilidad de que vuelva a acumularse la adiposidad en las zonas difíciles, resaltó que “los resultados son permanentes”. “Una vez que se realiza el tratamiento exitosamente, si la persona no aumenta de peso nuevamente los resultados serán permanentes. Lo ideal es mantenerse con el mismo peso una vez que se realizó el procedimiento -señaló-. Y siempre sumar buenos hábitos de alimentación y actividad física, que son pilares básicos para mantener los resultados”.
Ultrasonido + bioestimulación para terminar con la flacidez
Combatir la flacidez de los brazos, la cara interna de las piernas o las rodillas no tiene por qué ser una tortura y la combinación de tecnologías puede convertirse en un aliado fundamental.
“Ultherapy es un equipo que trabaja con ultrasonido localizado de alta intensidad que, gracias a la tecnología ‘deepsee’, permite tratar y ver dónde se está depositando esa energía. Esto brinda precisión y seguridad y asegura poder llegar desde los planos profundos hasta los más superficiales”, puntualizó la médica especialista en medicina estética Alejandra Bugallo.
Este tratamiento, no quirúrgico y ambulatorio, está aprobado por la FDA después de demostrar seguridad en varios estudios clínicos. “Además, la energía de ultrasonido tiene un historial en la medicina avalado por más de 50 años de uso”, agregó.
La especialista resaltó que “una sesión al año es suficiente para percibir los cambios”, con el agregado de que se puede realizar en cualquier época ya que no genera fotosensibilidad.
La combinación de ultrasonido y bioestimulación son la recomendación de cabecera para terminar con la flacidez
“Para lograr mejores resultados, se puede complementar el tratamiento con la bioestimulación que genera Radiesse -aconsejó Bugallo-. Es excelente para rellenar imperfecciones en glúteos o piernas. Asimismo, lo utilizamos en el modo de bioestimulación para dar tensión a los brazos y las rodillas con resultados asombrosos”.
La bioestimulación corporal con esta tecnología consiste en microinyecciones de hidroxiapatita de calcio, un producto biodegradable y biocompatible. “El calcio funciona como un fuerte estímulo para la síntesis de colágeno nuevo de tipo I, que tensa la piel, le da estructura y mejora muchísimo la calidad. Por este motivo lo utilizamos para tratar flacidez, celulitis, arrugas, estrías y cicatrices”, ahondó por su parte la especialista en dermatología estética, clínica y quirúrgica y miembro de la Sociedad Argentina de Dermatología Julieta Spada.
Sin dolor, el procedimiento no lleva más de 15 minutos, dependiendo del área a tratar, y es posible efectuar más de una zona en una misma sesión.
Los cambios más notorios se empiezan a notar a partir de la tercera o cuarta semana de la aplicación, cuando las microesferas de calcio ya estimularon a las células encargadas de la síntesis de colágeno, los fibroblastos. Pasado este período, se comprobó que aumenta el colágeno tipo I, la elastina, la angiogénesis y aumenta el grosor de la piel.
“Las áreas de mayor impacto son el abdomen, los brazos, el cuello, escote, rostro y glúteos. Es excelente para recuperar la piel abdominal post embarazo, luego de haber culminado el período de lactancia”, recomendó Spada.