Este hombre de 35 años es profesor de Inglés y de Lengua. Vive en José León Suárez, trabaja en Barracas, y está haciendo un profesorado que lo obliga a volver tarde, por la noche, en colectivo. En esos trayectos, nota las actitudes que comenta en su mensaje.
Lo escribió el viernes pasado, cuando solo tenía 100 seguidores. Ahora son más de 2.000. El día anterior había hablando del tema con su novia, con quien siempre debate sobre estos asuntos, en especial porque tiene una hija de 10 años.
“Si (la mujer) me deja bajar primero del bondi, no insisto para que pase ella antes. Me deja pasar por miedo, no por educación. Si camino atrás de ella en la calle, trato de pasarla, para que no necesite tenerme miedo. Si acelero y ella acelera más, la dejo que tome distancia. No es una carrera”, sigue Gonzalo.
“¿Todo esto por qué? Porque soy varón y puedo caminar tranquilo por cualquier lado de noche. Ellas no. Ellas tienen un miedo instintivo. Por años de abusos, violaciones y acosos. ‘Pero yo no soy violador’. No, no lo soy, pero ellas no saben eso. Y eso nos convierte a todos en potenciales victimarios”, sigue el posteo.
“Vamos de vuelta, su miedo es un mecanismo de defensa instintivo, no es personal conmigo. Lo único que puedo hacer es darle cierta seguridad con mi comportamiento y mostrar que no soy una amenaza. Y aún así, ni siquiera estoy seguro de que eso le sirva a la piba que va caminando adelante mío de noche. Y es una cagada que tenga que ir caminando mirando para todos lados, con miedo de ser otra víctima”, continúa el docente.
“Y eso, amigos, es el patriarcado. Que yo pueda caminar tranquilo por ser varón es un privilegio. Y los privilegios son una mierda. Porque si yo lo tengo es porque alguien más no lo tiene. Y hasta que eso deje de ser nuestro privilegio, no va a haber igualdad de género. El patriarcado se va a caer. Nuestros privilegios se van a terminar. Ellas lo van a lograr. Y yo voy a estar ahí, mirándolas desde un costado, y las voy a aplaudir”, concluye el hilo.